"Somos, sin ninguna duda, el país más pirata de toda Europa"

"Antonio Carmona, de Ketama, me contó que al regreso de un viaje reciente que hizo a Estados Unidos tomó un taxi en el aeropuerto de Madrid y se encontró con la sorpresa de que quien lo conducía era un ex director general de una compañía discográfica". "El último disco de Estopa, que no tenían siquiera sus integrantes por miedo a perderlo, fue colgado en Internet antes de la distribución". Son dos anécdotas clarificadoras con las que Jorge Díaz Pastoriza, el pontevedrés que preside desde hace cuatro años la Asociación de Empresarios del Vídeo, que agrupa a más de 1.000 establecimientos del sector en España, ilustra de forma expresiva el problema de las copias ilegales.

"Somos, sin duda, el país más pirata de toda Europa", asegura este profesional nacido en 1959 en Pontevedra, que desde la infancia encauzó su futuro en función de sus gustos personales: "Cuando aún existía una sola cadena de TV me quedaba viendo la carta de ajuste; con los ordenadores Spectrum y Commodore me sentí cautivado por la incipiente informática y con el vídeo descubrí una relación apasionante".

Tras estudiar informática y trabajar para la multinacional IBM, Díaz Pastoriza decidió hacer una apuesta personal y montar su negocio aunando en Inforvideo una doble oferta: tienda de informática y alquiler de películas de vídeo. Hoy, con dos locales en la capital pontevedresa centrados ya sólo en la vertiente del vídeo ("los ordenadores en los inicios se quedaban obsoletos en siete días"), es un referente en España en la lucha contra el fraude.

En estos momentos la piratería está "en parámetros estables", dice, pero en unos índices que es necesario "corregir". Y vuelve a Estados Unidos para aportar datos frescos. En el último viaje que hizo el presidente del Gobierno, el socialista José Luis Rodríguez Zapatero, explica, tuvo un "toque de atención" que le hizo "reaccionar de inmediato". De vuelta a España, añade, se reunió con el ministro de Industria, Miguel Sebastián, para plantearle la necesidad de "solucionar este problema antes de finales de año". Díaz insiste en que ésa, la piratería, es la principal causa del cierre de negocios en España y en Galicia. En la comunidad, que en el contexto estatal se sitúa en un "término medio" en copias ilegales, echaron el candado en los últimos dos años 200 establecimientos y siguen activos entre 360 y 370; es decir, desaparecieron "casi la mitad, cien por año".

Y en Internet, una red que conoce a la perfección, sitúa la raíz del problema de los establecimientos de alquiler de vídeo, ya que pese a que se consume cada vez más cine, las copias ilegales también se multiplican. "Uno de mis hobbies era precisamente el Internet primitivo: la radioafición. De hecho, fui fundador y presidente de la Radioagrupación Linces de Pontevedra, germen del que salieron los voluntarios para formar Protección Civil. También soy miembro de URG, la unidad de intervención rápida de Galicia y tengo el título ecoalfa, de radiotelegrafista naval".

Desde esa perspectiva histórica que da un amplio conocimiento de los entresijos del sector, con dos décadas ya a la espalda como empresario, es optimista respecto al futuro. "¿Cómo sobrevivir en tiempos de crisis?". "Con medidas camaleónicas: incrementando en los establecimientos las áreas de videojuegos, abriendo espacios para los snacks y diversificando la oferta incluso con la recarga de teléfonos móviles". Todo ello, advierte, no servirá de nada si quienes son capaces de pagar 12 ó 15 euros "por un partido en visión" no son capaces de "tener un mínimo respeto por la propiedad intelectual". Además, insiste, "el Gobierno debe regular como hicieron en Francia, Alemania o Inglaterra".Y con todo lo que está cayendo, la asociación empresarial que preside no desfallece. Tras siete años sin organizar feria alguna, desafiante, coincidiendo con la asamblea que la organización celebrará el día 23 en Valladolid, los

stands pondrán colofón a la trayectoria de Jorge Díaz como cabeza visible del sector en los últimos cuatro años, a los que hay que sumar otros cuatro como número dos. "No voy a presentar candidatura. Sinceramente, es agotador", concluye quien es incapaz de quedarse con una sola película y prefiere disfrutar de "todas las obras maestras". "No sé si es por la huelga de guionistas, pero se está tirando mucho de segundas, terceras e incluso cuartas partes. Salen muy pocas perlas. Hay muy poca imaginación. En el sector cinematográfico, en estos momentos prima más el ánimo de lucro que cualquier otra cosa", sentencia.