Son gigantes, son molinos pero no son invencibles

“El Unicaja es uno de los grandes en cuanto a plantilla, presupuesto y tradición y me imagino que para ellos será un partido importante, o eso dicen, pero para nosotros también. En otras cosas nos podrán ganar, pero en la importancia del encuentro estamos empatados”. Así enmarcaba el entrenador del Monbus Obradoiro, Moncho Fernández, el duelo de esta tarde (19.00 horas) en un Martín Carpena que el técnico local Joan Plaza pide ver lleno hasta la bandera: “Entre todos tenemos que empujar, el sábado esto tiene que estar a reventar y más sabiendo que el equipo ha jugado dos partidos esta semana y ellos ninguno. Necesitamos que el público sea nuestro sexto jugador”.

Y es que esta batalla dialéctica que aventura otra más exigente, física y vibrante en la cancha, tiene a la Copa del Rey como principal premio. La derrota del cuadro compostelano le alejaría aún más si cabe del billete para Gran Canaria (su diferencial de -44 le lastra en cualquier tipo de empate) mientras que los locales, también con siete triunfos pero ahora octavos gracias a su +78 en el average general, quieren sellar una plaza a la que se han encaramado esta semana tras su victoria frente al Valencia en el partido aplazado. Por eso todo detalle se antoja como crucial, hasta el hecho de que, aún contando como probables bajas, los dos jugadores lesionados del Obra viajasen ayer con el resto de la expedición.

Porque según el parte médico emitido por el club Albert Sàbat sufre una fuerte contusión en la zona intercostal que la impedido trabajar durante toda la semana mientras que Nemanja Radovic se perdió los entrenamientos desde el miércoles por la mañana a causa de una contractura en el aductor derecho. Es muy complicada su presencia en la pista pero en el juego del despiste parece que todo vale.

Lo cierto es que el Monbus visita el Carpena con el pesado equipaje sobre su moral y nivel de confianza de las cinco derrotas consecutivas en una sucesión de partidos en los que faltó acierto ofensivo pero sobre todo la dureza e intensidad atrás que le había servido para firmar uno de los mejores arranques ligueros de su historia en la elite. Apuntalar el juego interior, en el que la figura de Artem Pustovyi, el máximo taponador (2,29 de media) del curso se antoja clave (en los siete triunfos firmó una media de 17 puntos con hasta 20 créditos de valoración en cuatro de esos choques por los 5,5 puntos, 3,5 rebotes y 7,7 de valoración en las últimas derrotas) es uno de los caminos para frenar el potencial de un siempre potente cuadro malacitano.

“Como en todos los partidos que jugamos contra equipos de este potencial tienes que estar bien en todas las facetas del juego. No existe un punto débil y ya está. Tienes que estar bien en el aspecto defensivo y con el acierto que nos faltó en el último día contra Andorra y sin embargo sí tuvimos contra el Real Madrid o contra Baskonia o en la segunda parte contra el Betis. Tenemos que hacer un gran partido de baloncesto y así hablamos tanto de defensa como de ataque”, insistía Moncho Fernández.
Señala el técnico santiagués el “potente 1x1” de su anfitrión de hoy en el que destacan nombres como Shermadini (15.º en el ranquin ACB), Nedovic (13.º en anotación con una media de 13,1 puntos), Agustine (7.º reboteador con 6 capturas por duelo) o el ex del Obra Adam Waczynski (3.º en porcentaje de triples con un 48,8%), pero sobre todo la retaguardia del Unicaja pues es el conjunto que menos puntos encaja de la competición con una media de 74,23. Muchos frentes abiertos para unos jugadores que hablaron esta semana del peso de la ansiedad y de la falta de confianza en esta sucesión de derrotas al tiempo que David Navarro, hoy de nuevo ejerciendo su faceta de comodín con la necesidad de sumar minutos a su currículum como base, señalaba también la necesidad de mantener la concentración en los momentos claves de los partidos.

Es especialista el Obra en hacer saltar la banca de las apuestas cuando más se le quiere dar por muerto y hoy... el obradoirismo confía en otro pelotazo.