Tournride presenta el Bigloo en la Feria de Muestras de Ferrol
La máquina permite compaginar el alquiler con el estacionamiento de las bicicletas públicas y privadas ·· El sistema prefabricado custodia 24 unidades
La firma santiaguesa Tournride presentó ayer en la Feria de Muestras de Ferrol su Bigloo, un novedoso sistema que permite compaginar el estacionamiento de bicicletas tanto públicas como privadas con el alquiler de las mismas. La máquina ha sido diseñada por Jaime Palacios y ofrece ventajas únicas. Con una tarjeta electrónica los usuarios podrán guardar o retirar sus bicicletas en una celda individual con espacio incluso para accesorios o una mochila. El proceso se realiza en diez segundos.
El curioso y atractivo Bigloo ha tenido una excelente acogida desde el pasado martes que Javier Guerra, conselleiro de Industria, inauguró el histórico certamen. Es por ello que Tournride se está planteando la posibilidad de implantar una fábrica en Galicia para producir el Bigloo y exportarlo. El titular de Industria se ha interesado por el proyecto y la empresa está pendiente de una nueva reunión para "ir avanzando en nuestra idea", explica Alberto Pampín, de Tournride.
El principal problema que se encuentra Tournride es la cuantificación de la subvención del Inega destinada a los aparcamientos de bicicleta pública. "Subvencionan puntos de reserva de bicicletas, sin más, mientras que es mucho más interesante analizar el número de plazas que ofrecen las máquinas y los servicios que presta. Éste es el único sistema que puede llegar a ser rentable", apunta Pampín.
Mantenimiento más barato
El Bigloo, que mide 7 metros de diámetro por casi dos metros de altura y es similiar a una caja de quesitos, es ecológico y respetuoso con el medio. Al tratarse de un sistema prefrabricado no requiere obra civil, funciona con energía solar y sus bicicletas quedan perfectamente aisladas lo que abarata considerablemente su mantenimiento. De hecho, el coste anual de las bicicletas que están en los sistemas actuales a la intemperie es de 3.200 euros frente a los 1.000 euros si se aparcan en el Bigloo.
Las virtudes del novedoso sistema ya han despertado el interés de la Asociación Transalt (Transportation Alternatives) de Nueva York, así como del Ayuntamiento de Chicago para integrarlo en la ciudad de cara a su candidatura para los Juegos Olímpicos de 2016. Por otra parte, Pampín también se ha propuesto iniciar contactos con la Universidad de Illinois que cuenta con miles de usuarios.