Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

La tradición taurina pervive en Galicia

TOROS ·· La única plaza de toros gallega que se mantiene está en Pontevedra ·· En la ciudad herculina esperaron 25 años desde el derribo del ruedo hasta la reanudación de las corridas en el Coliseum ·· Tomaron alternativa en el coso coruñés el gallego Celita y Luis Miguel Dominguín

Los más importantes toreros españoles e hispanoamericanos de los últimos cien años pasaron por Galicia, donde existe una tradición taurina histórica, aunque en el momento actual ha quedado reducida a la plaza de toros de Pontevedra y al Coliseum de A Coruña, los dos únicos recintos estables donde se celebran temporadas taurinas, y en alguna ocasión a novilladas en plazas portátiles, fundamentalmente en la localidad de Noia.

Este año las corridas anunciadas se concentran en dos fines de semana. La primera de ellas comenzó ayer viernes en A Coruña con una corrida de rejones en la que participaron los jinetes toreros Raúl Martín Burgos, Andy Cartagena y Diego Ventura.

Hoy sábado los aficionados tendrán dos opciones, ya que están programadas actuaciones taurinas en A Coruña y en Pontevedra. En A Coruña torearán Jesulín de Ubrique, Manuel Díaz El Cordobés y Francisco Rivera Ordóñez, tres nombres que superan el mundo de los toros para figurar en el de las revistas y programas del corazón, por lo que se supone que además de los puros aficionados, de los que los decanos pertenecen a la Peña Taurina, que cumple 60 años, irán muchos otros, especialmente público femenino, para ver de cerca a estos tres conocidos espadas.

Reaparición de José Tomás

También hoy en Pontevedra habrá una rivalidad fuerte, ya que en el cartel figura José Tomás, el torero que, siendo una estrella máxima de los carteles, pasó voluntariamente varios años fuera de su trabajo para reaparecer hace pocos días, y a quien le acompañarán un veterano, el colombiano César Rincón, y un casi debutante de apellido ilustre, Palomo Linares, hijo.

A Coruña cerrará su feria mañana domingo con César Rincón, el francés Sebastián Castella, que actualmente ocupa el número uno en la lista de matadores de toros, y Ambel Posada; mientras que en Pontevedra aún se reservan el siguiente fin de semana, ya que el día 11 se repite la terna del 4 en A Coruña; es decir, Jesulín de Ubrique, Manuel Díaz El Cordobés y Francisco Rivera Ordóñez, cerrándose su feria el domingo 12 con los cotizados toros de Victorino Martín, que lidiarán Pepín Liria, Luís María Encabo y Antonio Ferrer.

Se da la casualidad de que dos de los toreros que visitan ambas ciudades, César Rincón y Jesulín, lo hacen para despedirse, ya que anuncian su retirada para final de temporada, aunque en este mundo del toro las retiradas nunca son demasiado creíbles.

Pontevedra, la superviviente

Realmente la única plaza de toros que queda en Galicia, de acuerdo con el sentido tradicional del recinto, es la de Pontevedra, inaugurada el 10 de agosto de 1892 con una capacidad para 7.800 espectadores. En los últimos años, además de una reforma de acondicionamiento que no afectó a su estructura de piedra, se le colocó una cubierta de tela similar a la de los veleros, que cubre a todo el público y a una parte del ruedo, aunque dejando al aire libre el centro. Pontevedra tiene un público muy especial, pues el tendido de sol se llena con las comparsas de muchachos jóvenes que, con sus camisetas del mismo color según el grupo, crean un ambiente grande que ya se inicia antes de la corrida en su desfile por las calles acompañados por comparsas.

A Coruña tuvo su plaza clásica inaugurada el 2 de julio de 1884; es decir, algo antes que la de Pontevedra con un mano a mano entre Lagartijo y Frascuelo. Sin embargo, ubicada en el centro de la ciudad, su terreno se hizo muy apetecible para la construcción, igual que el del parque del Casino que estaba adjunto y se cerró el 7 de octubre de 1967 con un festival benéfico en el que participaron Joaquín Bernadó, Juan García Mondeño y Andrés Ordóñez. Como dato anecdótico importante puede decirse que el 2 de agosto de 1944 tomó la alternativa en A Coruña Luis Miguel Dominguín, siendo apadrinado por Domingo Ortega.

También en A Coruña tomó la alternativa, el 15 de septiembre de 1912, el único matador de toros gallego, Alfredo Cela Vieito Celita, nacido en Carracedo, Láncara, en 1885, y que llegó a tener una resonancia de primera dentro del mundo taurino.

Tuvieron que pasar 25 años hasta que se volviera a celebrar la feria taurina coruñesa, pero ahora en el Coliseum, con un ruedo que da perfectamente las medidas necesarias para torear, y unas instalaciones que ya fueron creadas especialmente para que en él se pudieran reanudar las temporadas taurinas. La programación de esta fiesta se reinició el 12 de agosto de 1991 con una corrida de toros de Victorino Martín, que supuso el regreso del ganadero a España después de autoexiliarse durante un largo tiempo en el que sus reses sólo se toreaban en Francia. La estoquearon tres espadas banderilleros, Luis Francisco Esplá, Morenito de Maracay y Víctor Mendes, y la primera oreja la cortó Morenito de Maracay al segundo toro de la tarde.

El entonces alcalde de la ciudad, Francisco Vázquez, regaló la cabeza de este ejemplar al premio Nobel de Literatura, Camilo José Cela. En aquella primera Feira del retorno actuaron también, en otras dos corridas, Roberto Domínguez, César Rincón, Juan Mora, Ortega Cano, Espartaco y Emilio Muñoz, que resultó triunfador al cortar tres orejas a toros de Antonio Ordóñez.

La tercera afición gallega de hoy, en una escala ya distante, es la de Noia, donde casi todos los años se suele instalar, durante las fiestas veraniegas, una plaza portátil para celebrar alguna novillada e incluso en alguna ocasión corrida con toreros de alternativa.

La afición viene de largo

Pero la afición de los gallegos a los toros se reparte mucho en tiempos más remotos. En Santiago de Compostela existió una plaza construida de ladrillo, hierro y madera con cabida para 8.000 espectadores, que fue inaugurada en 1897. Derribada ésta, se construyó otra de madera inaugurada el 13 de julio de 1933 con una corrida en la que se lidiaron toros de Julián Sanz para los espadas Nicanor Villalta, Alfredo Corrochano y Antonio García. En Vigo se estrenó una plaza de toros en 1896, pero fue derruida a los pocos años y, a partir de entonces, sólo se recuerda la presencia de una plaza de madera portátil que también fue llevada a Ferrol, Ourense y Santiago.

Vilagarcía tuvo plaza a finales del siglo XIX con capacidad para 4.500 espectadores, los mismos que cabían a principios del siglo pasado en el ruedo que hubo en Viveiro, y algo más que otra que existió en Xinzo da Limia. También por la misma época las hubo en Ferrol, Monforte de Lemos y Noia.

La fuente de todos estos datos sobre plazas que ya no existen, y de las que sólo se ha salvado la de Pontevedra, hay que buscarla en el primer tomo de la enciclopedia taurina de Cossio.

 

04 ago 2007 / 02:32
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito