De universitarios a altos directivos en apuros

Cuando se les pregunta en Vieiro sobre el perfil de los usuarios, aseguran que existen distintos perfiles. De hecho, subrayan la necesidad de dejar de criminalizar a las personas sin hogar y de vincularlas siempre con las drogas. "Por aquí pasa gente de todo tipo y condición social. También tenemos universitarios o altos directivos de empresas que han cerrado o de las que han sido despedidos y que necesitan ayuda para llegar a fin de mes. A veces, no lo vemos, pero la vecina de nuestro edificio igual ha tenido que acudir a Cáritas por ropa de abrigo o a la Cocina Económica. Nadie está libre. Hay muchas personas y familias enteras que pasan grandes apuros", aseguran desde el centro.

Recuerdan las dificultades para encontrar trabajo "y más si pasas de 50 años".

"A una gran mayoría de personas sin techo se les tacha de vagos o maleantes, que están en esa situación casi porque quieren, cuando la realidad, en muchas ocasiones, en muy distinta", añaden, a la vez que subrayan la necesidad de huir de estereotipos.

También destacan que aunque las campañas navideñas para las donaciones son muy efectivas, "no hay que olvidar que la lucha contra la pobreza y la exclusión debe hacerse a diario desde las instituciones y a nivel colectivo".

A Vieiro acuden cada día unas 60 personas que pueden ducharse, desayunar, recibir ayuda para realizar gestiones y tramitaciones personales, además de acompañamientos a médicos y asistencia a las actividades del centro, además de ofrecerles la posibilidad hacer cursos de formación.