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Presidente de la Fundación Venancio Salcines

Venancio Salcines Cristal: "Se cederán cien castaños y su renta a cada niño de comarcas en declive"

"Galicia tiene la tierra más rica de España y el rural más pobre. En algo llevamos muchos siglos equivocándonos" // "Los polígonos agro forestales transformarán tierra improductiva en bienestar económico donde se instalen" // "Con bonos verdes el 70 % de los municipios podrían promover uno de estos polígonos"

{ A Coruña, 1965 } "Aquí de madera nada, solo especies que den flujo permanente de renta, como castañas, manzanas, vides, etcétera", nos revela el creador de Galicia Nai, iniciativa que busca aprovechar los futuros polígonos agro-forestales con plantaciones de árboles que pongan en valor zonas abandonadas en áreas en vías de desertización demográfica. Generar inversiones, empleo y futuro a jóvenes y no tan jóvenes. La tierra, para quien apueste por ella.

¿Cómo encontró en la India la inspiración para vincular sector forestal y población en Galicia?

En 2005 en una pequeña localidad de la India un padre que había perdido a su hija tomó la decisión de hacer algo por el bienestar de todas las niñas. Convenció a su comunidad para que en tierra vecinal se les diera 111 arboles, cifra simbólica para ellos, de una especie que al poco tiempo generará un flujo de renta. Hoy ya hay plantados más de 300.000 árboles. Las familias para que sus hijas sean propietarias definitivas de los arboles han de procurar que estudien y no se casen antes de los 20 años. Hoy esa localidad es un símbolo de prosperidad.

¿Y aquí cómo la aplicamos?

Mi propuesta Galicia Nai está inspirada en ella y tiene como meta cederle cien castaños a cada niño que nazca y viva en una comarca gallega en declive demográfico.

Pero el handicap es la fragmentada propiedad del monte, ¿no?

Ese es el gran problema. Galicia tiene la tierra más rica de España y el rural más pobre. En algo llevamos muchos siglos equivocándonos. Afortunadamente durante este año hubo un clima de dialogo muy aceptable entre las Consellerías de Economía y de Medio Rural con los miembros de la cadena de valor de la madera y otros colectivos, y entre estos y las primeras fuerzas parlamentarias. Proceso en el que me enorgullezco de haber estado presente. Una de las consecuencias será la aprobación en breve, durante 2019, de la figura del polígono agro-forestal. Esta medida no solo puede, sino que debe traer un ola de bienestar al rural gallego. Y sobre esa ola es sobre la que quiere surfear el proyecto Galicia Nai.

Tierras abandonadas o infrautilizadas. ¿Cómo se tomarán sus dueños la expropiación o el alquiler forzoso? Mire que aquí no toleramos que nos mueven un marco...

Supongo que igual que cuando creamos un polígono industrial. Los agro-forestales solo se construirán sobre tierras abandonadas, no creo que toquen las infrautilizadas. Ignoro si la administración optará por el arrendamiento forzoso o la expropiación, yo dejaría elegir al propietario. En todo caso, el polígono transformará tierra improductiva en bienestar económico para la comarca en la que se instale. El bienestar de la mayoría ha de superponerse al particular. El rural no se puede permitir otra opción.

Profundizando en Galicia Nai. ¿Cómo arranca la definición de un proyecto en una zona específica?

La propuesta es que una administración, bien un concello o una diputación, promueva un polígono y ceda, a cambio de un aporte simbólico, los rendimientos a los niños nacidos en su municipio, o si el promotor es una diputación, en un área de alto declive demográfico. El proyecto está diseñado para ser autosostenible económicamente.

¿Por qué eligen los bonos verdes para financiarlo?

Ahora supone la vía de financiación más económica para una administración que desarrolle proyectos de perfil medioambiental. Con este sistema de financiación el 70 % de los municipios podrían promover un polígono agro-forestal.

¿Será la banca receptiva?

Seguro. Hay entidades que ya me han confirmado que estarían encantados de incorporarse al proyecto, y además diseñando condiciones de financiación enormemente ventajosas. Lo ven como un proyecto de país y quieren estar ahí, haciendo país.

¿Y las administraciones?

El proyecto se hizo público hace unos días en A Veiga, en un evento patrocinado por la Deputación de Ourense, así que aún no es muy conocido por la opinión pública. Pero sí, alguna administración mostró interés por conocerlo en mayor profundidad. En foros especializados, de responsabilidad social, en la administración y en el mundo financiero lleva meses siendo debatido y lo único que está recibiendo son aplausos. Soy muy optimista.

¿Por qué una hectárea por niño de las zonas de influencia? ¿Qué tendría que aportar la familia y qué acabaría recibiendo a cambio?

La administración promueve el polígono y nombra un gestor. Como si fuera una comunidad de vecinos. A partir de ahí la familia asume una parte de los costes de mantenimiento de la hectárea hasta el octavo año. Desde entonces el castaño produce lo suficiente como para autofinanciar el mantenimiento de la hectárea. Al año 15 y dados los precios actuales de la castaña, la familia obtendría un flujo anual de renta que oscilaría entre 4.500 y 10.000 euros. Es decir, ese niño desde los quince años hasta su vida adulta tendrá todos los años un talón que le permitirá a su familia y a él mejorar su nivel de vida.

Es una inversión que hasta los quince años no generará un rendimiento ya notable. ¿Nos ve con esa paciencia necesaria de pagar los primeros años esperando a que los castaños den sus frutos?

La cuota mensual de los primeros ocho años será muy baja, de eso se encargará la entidad financiera, que tendrá paciencia y ayudará. Y si la familia tiene algún problema serio y desea dejar de pagar se le devolverá la cantidad abonada y se dará acceso a otra familia.

Veo que Galicia Nai trata de fijar población en el rural, pero también generar una actividad auxiliar y silvicultura mecanizada alrededor de la actividad en las comarcas. ¿Cuánta riqueza se podría crear?

Así es. Con apenas doscientos hectáreas y haciendo proyección a treinta años podemos afirmar que en esa comarca quedaran un millón de euros al año. A partir de ahí empiece a multiplicar.

¿A cuántas hectáreas aspira?

Mi objetivo es empezar con un polígono de doscientas o trescientas hectáreas, a poder ser en Ourense o Lugo, observar el desarrollo y afinar el modelo. A partir de ahí si la primera experiencia cumple con las expectativas, toca crecer y bastante. En Galicia nacen 18.000 niños, así que eche cuentas...

Póngame un ejemplo del rendimiento para doscientas hectáreas.

Mi idea es que el niño o la niña cobre sus rentas hasta los 30 años, en ese momento si ha tenido un hijo le traspasa su derecho económico a su descendiente, sino lo pierde y va a otro niño de la comarca. Por tanto, a escenarios a treinta años, la industria auxiliar, que sería la encargada del mantenimiento del polígono, estaría ingresando unos cinco millones de euros, y las doscientas familias estarían ingresando unos veinte millones netos.

También se abre la puerta a otros tipos de inversores. ¿Un buen plan de pensiones verde y autóctono?

Los polígonos nos darán acceso a muchos explotaciones muy rentables, por eso es esperable que los inversores más tarde o más temprano miren hacía ellos. Fíjese que en el proyecto Galicia Nai, si se sustituyen los niños por hombres y mujeres de 50 años, nos saldría un complemento excepcional para la pensión de esas personas. Empezarían con 50 años a sufragar el mantenimiento de la hectárea y a los 65 años empezarían a recibir un talón que no bajaría de los 4.500 euros.

Nos hemos centrado en castaños y castañas pero... ¿se podría hacer con otras especies y frutos?

El castaño es un mero ejemplo. Estamos en fase de hacer pedagogía y pensé que sería más fácil de visualizar con castañas, pero podrían ser manzanas, arándanos, etc. Hace unos días un importante empresario me mostró su interés en introducir cereales ecológicos en el espacio vacío entre castaño y castaño, que se estima en 10 metros, a cambio de ello asumir el coste de mantenimiento del polígono los primeros ocho años. El proyecto está vivo y seguro que será enriquecido por muchas vías.

FORMACIÓN Y CARGOS. Es doctor en Teoría Económica y profesor titular de la Universidade de A Coruña. Es fundador del Grupo Educativo EF Business School –Escuela de Finanzas–, una de las más relevantes de España. También ocupa la vicepresidencia del Club Financiero Atlántico y presidente de la Fundación Venancio Salcines.

MUY PERSONAL. Casado, con dos hijos, Inés y Venchi. Se define como galleguista y social liberal. Muy preocupado por el papel que la sociedad civil juega en Galicia y por el que deben tener los empresarios gallegos. Se resiste a entrar en política, pero su nombre suele estar en boca de los diferentes mentideros políticos. De hecho acaba de desmentir en las redes sociales rumores de que iba a ser candidato a la alcaldía de A Coruña.

20 dic 2018 / 20:54
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