"La vida me ha traído muchas sorpresas, pero todas buenas"

Francisco Buide recuerda con cariño aquella promoción y reflexiona sobre los diferentes caminos que cogieron sus compañeros de curso. “La mayoría tienen su vida hecha, con familia e hijos. Intento mantener el contacto con ellos, aunque, lamentablemente, cuando se celebraron las Bodas de Plata de la promoción no me encontraba en Santiago”, explica. Así, el religioso cuenta que la vida le ha preparado muchas sorpresas con las que no habría soñado en su adolescencia, “todas buenas”, puntualiza, además de asegurar que “antes éramos todos mucho más idealistas cuando mirábamos al futuro”. Hoy, todo lo que queda de aquellos jóvenes que se hicieron con un reconocimiento por su buen desempeño académico es el recuerdo de haber formado parte de una gran promoción.