Abierta a los visitantes, que podrán abrazar al Apóstol y ver el sepulcro

A pesar de que las obras obligan a trasladar el culto de la Catedral a otras iglesias de la ciudad, el templo apostólico permanecerá abierto a las visitas, por lo que seguirá siendo accesible a todos los fieles, peregrinos y turistas. "Permanecerán acotados los espacios donde se esté interviniendo en cada momento", matizaron desde el Cabildo, a la vez que añadieron que se podrá realizar el rito del abrazo al Apóstol en su camarín y descender a la cripta donde se encuentran depositados los restos del Zebedeo.

Así, el templo mantendrá un horario diario de 9.00 a 19.00 horas, durante el que los operarios trabajarán en la restauración. La única puerta que permanecerá abierta será la de la plaza de Platerías, con doble uso: entrada y salida; cumpliendo también la función de puerta de salida del Pórtico Real. El acceso por la puesta de Azabachería se reserva para los usos y necesidades de los trabajos.

El Museo continuará con su actividad habitual, aunque las cubiertas también están cerradas por obras.