Las aguas del lago de As Pontes sirven para el consumo humano, el baño y la vida animal
Las normas europeas, españolas y gallegas conceden la mejor calificación // Endesa destaca que estas aguas "son las mejores para los peces" // La zona será centro de recepción de aves migratorias
En agosto de 2012, As Pontes convertía en realidad una autentica utopía. Y sus habitantes se pegaban el chapuzón inaugural en la primera playa pontesa. Donde antes abría sus fauces una mina al aire libre de lignito pardo, ahora se despliega el mayor lago artificial de España y el más profundo de Europa. Dos años después, los informes presentados por Endesa confirman que sus aguas sirven para "el consumo humano, el baño y la vida normal". Las normas europeas, españolas y gallegas conceden la mejor calificación. "Y permiten estos tres usos regulados por reales decretos", señalan desde la empresa.
En el pasado mes de abril se cumplían dos años del llenado del lago construido en el hueco de la agotada mina. La rehabilitación y revolución ambiental ya se había iniciado con la antigua escombrera, convertida en "una sucesión de bosques, praderas y zonas húmedas que ocupan 1.200 hectáreas". Allí conviven más de 600.000 árboles y 180 especies de vertebrados. Según Endesa, "constituyen la mejor prueba de que la antigua superficie industrial se ha convertido en un hábitat de gran interés ambiental". Además, recientes estudios científicos adelantan que el lago se convertirá en gran centro de recepción de aves migratorias.
La clasificación de las aguas se regula por las legislaciones europea, española y autonómica. Y la calidad por el consumo humano se rige por el Real Decreto 1541/1993. Las aguas del lago de As Pontes alcanzan la categoría máxima, A1: tienen la mejor aptitud prepotable, "un tratamiento físico simple de filtración y desinfección bastan para que puedan ser bebidas". La zona habilitada para el baño, la playa de As Pontes, dispone de 430 metros de espacio con aguas que llegan a los 24 grados en verano y calificadas como "excelentes". El lago dispone de las condiciones necesarias para "el potencial desarrollo de la fauna y la flora en su entorno". Logra la calificación de "aguas salmonícolas", las mejores para los peces.