Stephen Hawking viajará a Santiago este año para recoger el Premio Fonseca
El físico británico ha dicho que le gustaría venir con su hija y con su nieto ·· Desde los 37 años ocupa la catédra de Matemáticas que ya perteneció a Isaac Newton
El científico británico Stephen Hawking, conocido por sus trabajos sobre los agujeros negros en el universo y por ser uno de los mayores divulgadores de la ciencia en la actualidad, fue galardonado con el Premio Fonseca de divulgación científica en su primera edición, promovido por la Universidade de Santiago y el Consorcio de Santiago en el marco del programa Conciencia.
El premiado ha confirmado ya su asistencia a la ceremonia de entrega -que se celebrará a lo largo de este año en un fecha aún sin determinar, según indicó la USC- y ha señalado que le gustaría estar acompañado por su hija y su nieto.
El Premio Fonseca, de carácter internacional, nació con el objetivo de "reconocer la magnitud de la repercusión social de la acción divulgativa de la ciencia y pretende resaltar como un importante valor el interés y la capacidad de mostrar a la sociedad la necesidad y la belleza del conocimiento de manera sencilla y atractiva".
Las personas candidatas al Premio Fonseca deben ser acreedoras de una destacada trayectoria en el ámbito de la divulgación científica para el público en general, bien con la utilización eficaz de las posibilidades que ofrecen los medios de comunicación o bien a través de métodos o medios innovadores. También podrán ser objeto de reconocimiento los que con su actividad supongan un referente público que estimule el interés general por el conocimiento o desarrollo tecnológico en algún ámbito del saber.
Hawking (Oxford, 1942) ocupa desde los 37 años la cátedra Lucasiana de Matemáticas del Departamento de Matemática Aplicada y Física Teórica de la Universidade de Cambridge, que ya ha sido ocupada por Newton o el Nobel de Física Paul Dirac.
A los 21 años le fue diagnosticada una esclerosis lateral amiotrófica (ELA), que le degeneró de manera progresiva las células del sistema nervioso encargadas del movimiento muscular voluntario, llegando a una situación de parálisis casi absoluta en la que sólo se puede comunicar a través de su silla de ruedas con un sintetizador de voz incorporado que responde a los movimiento de uno de sus párpados.