Sí hay mucha gente que se queda atrás, y el número crece

Chus Iglesias pasará a la historia de Santiago por poner en marcha, hace ya muchos años, las célebres cenas de Nochebuena y comidas de Navidad en el bar Paluso, que posteriormente se trasladaron a una carpa de la Alameda. Aquellas reuniones, dirigidas especialmente a las personas que no quieren pasar las Navidades en soledad y en las que los participantes disfrutan de unos estupendos menús gratuitos, se siguen celebrando con gran éxito, pero desde hace tiempo Chus anda también metida en otras acciones solidarias que permiten a muchas familias cubrir sus necesidades básicas de alimentación y vestimenta. Es una excelente noticia que el Ayuntamiento de Santiago haya cedido a la asociación un local en Pontepedriña, donde los entusiastas palusos podrán almacenar y distribuir con mucha facilidad los bienes donados. Felicidades. Y que no decaiga. d. p