África

El ejército de Burkina Faso abate a más de 60 yihadistas y pierde a ocho soldados en la operación

Siete vehículos armados y decenas de motocicletas también fueron destruidos por los dispositivos aéreos de las Fuerzas Armadas Nacionales

Un grupo de soldados del Ejército de Burkina Faso.

Un grupo de soldados del Ejército de Burkina Faso. / EP

EFE

Al menos 60 yihadistas fueron abatidos el pasado viernes en el norte de Burkina Faso en una ofensiva aérea del Ejército tras una emboscada de hombres armados contra una unidad militar en la que murieron al menos ocho soldados, informaron hoy las Fuerzas Armadas burkinesas.

"Unos sesenta terroristas fueron abatidos durante la ofensiva aérea dirigida contra columnas enemigas que intentaban infiltrarse en dirección a la frontera del Norte", indicó en un comunicado la Dirección de Comunicación y Relaciones Públicas de las Fuerzas Armadas.

"Siete vehículos armados y decenas de motocicletas también fueron destruidos por los dispositivos aéreos de las Fuerzas Armadas Nacionales", agregó el documento.

La ofensiva tuvo lugar después de que el pasado día 17 hombres armados tendieran una emboscada a una unidad militar en la provincia de Oudalan, en la región del Sahel (norte).

El Ejército aseguró en el comunicado que, tras el incidente, se enviaron unidades al lugar de los combates, donde se efectuaron operaciones de rastreo.

El balance provisional es de "ocho cuerpos de soldados encontrados en el campo de batalla, tres heridos evacuados y tratados", pero se continúa buscando a varios soldados.

"Las operaciones continúan y (...) se están utilizando todos los medios para encontrar a los soldados que siguen desaparecidos", aseguró el Ejército, sin detallar el número de desaparecidos.

Burkina Faso sufre frecuentes atentados yihadistas desde abril de 2015, perpetrados por grupos ligados tanto a Al Qaeda como al Estado Islámico, sobre todo en el norte del país.

El país encajó dos golpes de Estado en 2022: uno el 24 de enero, dirigido por el teniente coronel Paul-Henri Sandaogo Damiba, y otro el 30 de septiembre cometido por el capitán Ibrahim Traoré.

La toma del poder por los militares tuvo lugar en ambas ocasiones tras el descontento entre la población y el Ejército por los ataques yihadistas, que han forzado el desplazamiento de cerca de 1,9 millones de personas, según los datos del Gobierno.