Diseñan una trampa ecológica y selectiva para las velutinas

Combatir las avispas velutinas, que desde hace unos años se asentaron en nuestra comunidad, se ha convertido en todo un reto no sólo para los profesionales de la apicultura, sino también para las administraciones públicas. Una de las acciones más empleadas es el uso de trampas en primavera para eliminar el mayor número de reinas posibles y evitar así la proliferación de nuevos nidos.

Además de soluciones caseras también hay en el mercado varios modelos de trampas. Uno de ellos es el kit EVA (Eliminación Velutina Asiática) que, a diferencia de otros, es una trampa de captura selectiva, además de ser biodegradable. Su diseño permite que otros insectos no puedan entrar o que, en el caso de hacerlo, puedan encontrar una salida.

Fue diseñada por el asturiano José Manuel Vigil con el apoyo y el asesoramiento de colectivos como Stop Velutinas y de profesionales de la apicultura. Después de desarrollar varios proyectos, con la colaboración de makers, consiguieron diseñar un kit de muy fácil montaje y gran efectividad, cuyos elementos son todos biodegradables.

Tan sólo se necesita una botella de agua de 1,5 ó 2 litros, que va a ser el soporte de este modelo de trampa ecológico y selectivo. El kit proporciona al usuario todo lo demás: una cuerda para colgar, adhesivo patrón para situar la ventana, una puerta amarilla con dos juegos de goma de sujeción, una bolsa de 100 gramos de azúcar para la primera carga, otra con siete gramos de levadura seca (para tres cargas) y una tercera de cerámica para la superficie del atrayente, que impide que el resto de insectos que entren en el dispositivo se ahoguen y además demora la fermentación de la mezcla.

La duración de cada carga se estima entre ocho y diez días, y tanto la botella como la cerámica de superficie se pueden reutilizar. Los creadores de esta trampa recomiendan que los restos de las velutinas atrapadas se utilicen como comida de aves silvestres.

Manuel Vigil asegura que la sencillez de este diseño “hace que hasta un niño, a partir de los siete años, pueda realizar su montaje”. Es fruto del desarrollo de varios proyectos y pruebas para los que contó con el apoyo de makers que, a partir de la tecnología 3D, fueron perfeccionando el modelo, que ya está siendo comercializado por la empresa Noelios, de Alicante. El precio de venta al público en el mercado oscila entre los ocho y los nueve euros.

Actualmente, ya están disponibles en tiendas de España, Portugal y Francia. Además, según Vigil Lanza, administraciones como el Principado de Asturias ya han comprado estas trampas para sus campañas contra la velutina, y tienen abiertas negociaciones también con la Xunta de Galicia.

Es por ello que han desarrollado kits especiales, que ya incorporan la botella, para atender la demanda de profesionales y administraciones. Además, trabajan en el desarrollo de una nanotrampa, que esperan poder tener disponible ya para la primavera de 2021.

Detrás de estos diseños “hay un gran trabajo de campo, que nos ha dado las claves para conseguir esta trampa que se diferencia de otras por su carácter ecológico, al ser selectiva y biodegradable, y también por su bajo coste”, afirma Manuel Vigil. Además, asegura que un uso estratégico de las mismas las convierte en altamente efectivas. A este respecto, añade que “sabemos que las velutinas no se desplazan más allá de 300 ó 400 metros de sus nidos, por lo que, si cuadriculamos bien la zona para definir la ubicación de las trampas, en ese ámbito desaparecerá la avispa asiática”.

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