Se adelanta la primavera en el jardín del Pazo do Faramello

El Pazo do Faramello, ubicado en el municipio de Rois, a 12 kilómetros de Padrón y Santiago, era según su propietario, Gonzalo Rivero de Aguilar, el Pazo más visitado de Galicia antes de la pandemia y puede presumir también de ser el que más seguidores alberga en las redes sociales. Algo que se explica en buena parte por su inigualable jardín. Y es que a pesar de que todavía queda casi un mes para la primavera, esta ya ha llegado al Faramello. No hay más que ver los ciruelos japoneses que se encuentran en plena floración y que salpican con pinceladas de color la inmensa finca de 398.000 metros cuadrados (el edificio tiene 2.100). Todo un regalo para la vista.

Según explica el propietario, los ciruelos japoneses son “probablemente de los árboles más emblemáticos de Galicia” y aunque normalmente florecen “con la llegada de la primavera en el país”, ya llevan dos años adelantándose debido a las altas temperaturas. Esta vez “tienen una floración normal que dura en torno a 20 días”, concreta. Además son los ciruelos los que marcan el ritmo al resto de las floraciones del Faramello como son las camelias, rododendros, cerezos o cercis, que se mantienen intactos hasta que llega el mes de junio.

La crisis sanitaria ha afectado a las visitas guiadas, pero a partir de hoy se retoman, según indica Gonzalo Rivero de Aguilar. Estas rutas personalizadas tienen una duración de hora y cuarto y es necesario hacer reserva telefónica previamente (675 041 5 55). Incluyen tanto los espacios interiores como exteriores. Además, el propietario del Pazo recuerda que también se organizan actividades para escolares con un fin solidario. Estas visitas “son gratuitas y se planta un árbol en el Xardín do Recordo, que son unos terrenos del Pazo de libre acceso dedicados a un jardín memorial homenaje a las víctimas del accidente ferroviario de Angrois”, relata.

HISTORIA El Pazo do Faramello es un edificio de comienzos del siglo XVIII de estilo barroco compostelano civil, con influencias italianas que delatan el origen genovés de su fundador, el Marqués de Piombino. Situado en el corazón de la comarca del Sar, es el último Pazo atravesado por el Camino de Santiago Portugués antes de llegar a Compostela.

Sobresale por su origen industrial, ya que se fundó a partir de la Real Fábrica de Papel del Faramello, 1710, pionera de la industria gallega por más de dos siglos y de la cual todavía se pueden visitar los antiguos molinos con sus correspondientes aperos. El edificio está construido en terrazas sobre el cañón del río Angueira (Tinto), rodeado por una fraga que se conserva en perfecto estado gracias a los continuos trabajos de recuperación.

En sus más de dos hectáreas acondicionadas en terrazas sobre la fraga se puede disfrutar de jardines franceses decimonónicos, hacer una pausa a la orilla de las cascadas naturales del río, truchero y cristalino, por el que linda el Camino de Santiago, pasear por antiguos viñedos salpicados de más de cincuenta especies de árboles frutales, admirar los vestigios del castro de la más legendaria de las reinas celtas, visitar uno de los molinos industriales más antiguos de Galicia o perdernos bajo la bóveda de una capilla de piedra cuyo retablo, según explican en la página web del Pazo, “fue realizado por la misma mano que esculpió fragmentos de gloria en la Gran Catedral”, precisan.

Su propietario anima a todo aquel que no lo conozca a visitarlo, pues como bien dice, únicamente se puede apreciar in situ la belleza del lugar. Ahora potenciada con la floración de los cerezos japoneses.