Atardeceres de Touriñán y Punta Nariga aspiran a ser los mejores de España
Hoy finaliza el plazo para elegir entre los cinco candidatos de Galicia // Es un concurso de la revista ‘Condé Nast Traveler’
Los entornos de cabo Touriñán (Muxía) y Punta Nariga (Malpica de Bergantiños) competirán, junto con otros tres enclaves gallegos, por la distinción de mejor atardecer de España, que otorgará la revista de viajes y estilo de vida Condé Nast Traveler.
Cabe señalar que Touriñán es, según los estudios realizados por diversos estudiosos, el punto desde el que se puede contemplar el último rayo de sol de la Europa continental dos veces al año. Por su parte, el Concello de Malpica quiere convertir Punta Nariga y el entorno de Santo Hadrián en destinos de turismo astronómico, por ser lugares privilegiados para observar diversos fenómenos vinculados con los cuerpos celestes.
La escultura de la caracola de Cabo Home (Pontevedra, el Fuciño do Porco (O Vicedo) y el Cañón del Sil (Ribeira Sacra) son los otros tres parajes que aspiran a dicha designación. Todos ellos competirán con otros espacios de las distintas comunidades autónomas (cinco candidatos de cada una de ellas).
La elección se realizará en dos fases. La primera concluye hoy y en ella se elegirá el mejor atardecer de cada comunidad. En la segunda, del 8 al 22 de octubre, se designará el ganador a nivel de España. La elección correrá a cargo de los internautas que, con sus votos a través de la página web de Traveler, seleccionarán sus enclaves favoritos.
El objetivo del certamen es resaltar “ese momento mágico de cada día en el que despedimos al sol para meternos, de lleno, en la noche”, aseguran. Quieren que los participantes en el concurso valoren “esos colores imposibles que provoca el astro rey chocando con nubes, montañas, edificios o mares....”.
VARIEDAD. Convencidos de que “si de algo podemos presumir en España, es de atardeceres arrebatadores e hipnóticos”, proponen a los internautas que eligan entre “los más largos y épicos del oeste, los más tempraneros del este, los que se pueden contemplar desde los acantilados del norte o los cálidos del sur, sin olvidar la potencia de la planicie ni la fuerza de las ciudades del centro de la península ni, por supuesto, que cada isla tiene su forma de atardecer”.