Instalan la cubierta del Pazo de Goiáns, que enfila la Lista Verde
A lo largo de las últimas décadas, el histórico y emblemático Pazo de Goiáns (representado en el escudo de Boiro) se estaba consumiendo entre sus propias ruinas. Construido por los Fandiño Gayoso a mediados del siglo XVI (posiblemente sobre una torre defensiva anterior que fue destruida durante las Revueltas Irmandiñas del siglo XV) sus dueños lo pusieron a la venta en 1999 y, en 2002, fue adquirido por la cadena vasca Eroski, convirtiéndose entonces en testigo mudo de una guerra política entre el gobierno local (entonces del PP) y la oposición a raíz de un convenio urbanístico firmado en 2007 por el Concello y dicho grupo, que luego abortaría el tripartito presidido por el nacionalista Xosé Deira. Finalmente, fue adquirido por el Concello en 2010.
Pero, paradójicamente, quedó sumido en el abandono y fue objeto de importantes actos vandálicos y saqueos que, sumados a la falta de mantenimiento, lo dejaron en un estado ruinoso, hasta que el 23 de abril de 2019 fue incluido en la Lista Roja de Hispania Nostra (la delegación española de la prestigiosa institución de la Unesco que vela por la protección y puesta en valor del patrimonio cultural) en base a la denuncia del edil de ICB, Manuel Velo.
Esto ocurría un año después de que acabase el vaciado de maleza y escombros previo a la rehabilitación de la construcción principal. Y es que, al ser retiradas las vigas de madera de la cubierta, parte del tejado se vino abajo, permitiendo la entrada de agua al interior. “Y Boiro es un municipio español con un índice pluviométrico elevado”, advertía entonces Hispania Nostra.
Hoy, la situación es bien diferente. El Concello puso en marcha en enero la esperada rehabilitación (con una inversión de un millón de euros), que concluirá antes de final de año y que permitirá sacar al pazo de la citada Lista Roja e incluirlo en otra más prestigiosa de la misma institución: la Lista Verde, en la que entran los bienes que han sido retirados de la anterior al desaparecer el riesgo que presentaban.
El techo de la zona técnica del inmueble en la que se sitúan los aseos y el control de la instalación (electricidad, climatización, calefacción...), un espacio que ocupa unos 25 m2, fue hormigonado, ya que debe cumplir unos requisitos específicos de seguridad frente a un posible incendio.
Ya está colocada la estructura de madera que forma la primera planta y se está instalando la que conforma el techo para, en las próximas semanas, proceder a realizar el piso y la cubierta. También se están seleccionando los materiales de los acabados, como las baldosas y las tejas.
La madera utilizada es de árboles talados en un bosque de Austria. Se trata de madera laminada de abeto finlandés y recibió tres tratamientos en Francia: para evitar su pudrición, contra los insectos y para reducir su inflamabilidad.
Las piezas se cortaron en Cantabria, el ajuste final de las mismas se realiza en una nave de la carpintería Maderas Valentín, de Boiro, y su encaje es totalmente artesanal, con técnicas tradicionales, como se hacía en el siglo XVI. Ni un tornillo.
En unos 10 días se comenzará a colocar la cubierta definitiva sobre la estructura de madera y el pazo quedará cerrado y protegido definitivamente. Asimismo, se constituirá un comité de expertos al que el Concello encargará propuestas para el futuro uso del histórico edificio.
En cuanto a la Lista Roja, salir de ella es igual de complicado que entrar en la Verde: lo decidirá un reputado comité científico del que forman parte arquitectos, restauradores e historiadores, tras un exhaustivo proceso de documentación.