Piden 32 años de cárcel para un ribeirense acusado de abusar sexualmente de su hija cuando era menor
Esta semana se juzgará también a otro vecino de Ribeira por los presuntos delitos de corrupción de menores y exhibicionismo
La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña, con sede en Santiago, acogerá este viernes 28, a puerta cerrada, el juicio a un ribeirense acusado de agresión sexual, abusos sexuales y maltrato a su hija cuando era menor de edad. La Fiscalía solicita para él una condena de 32 años de cárcel.
Por otra parte, en la misma sala se juzgará este miércoles y el jueves a un ribeirense acusado de un presunto delito de corrupción de menores y exhibicionismo por almacenar fotografías y vídeos con contenido pedófilo y difundirlos. El encausado se enfrenta a tres años y tres meses de prisión. Según el relato del Ministerio Público, entre el 28 de octubre y el 14 de noviembre de 2014, “actuando con ánimo libidinoso, envió desde su dirección de correo electrónico trece archivos comprimidos conteniendo vídeos y 32 fotografías de pornografía infantil, en los que aparecían niños de menos de 13 años realizando actos de naturaleza sexual con personas mayores de edad” a la dirección de un usuario menor de 15 años de edad, “con el cual llegó a contactar visualmente a través de skype, mostrándole su pene en erección”.
En su domicilio se halló material de pornografía infantil en dos discos duros incautados (120 archivos de fotografías de contenido pedófilo y 4 vídeos de contenido pedófilo), “pudiendo acreditarse que tal material estaba siendo compartido con otros usuarios, toda vez que se localizaron archivos de vídeo alojados en carpetas pertenecientes a programas de intercambio de ficheros (...) de modo que tal material estaba siendo compartido con otros usuarios, a la vez que el acusado lo descargaba, circunstancia conocida y buscada por el mismo”, según añade la Fiscalía.
Se da la circunstancia de que el acusado fue incapacitado por sentencia dictada en 2007 por el Juzgado de primera Instancia nº 1 de Ribeira. Practicada pericial médico forense se determinó que el acusado padece un trastorno generalizado del desarrollo de la personalidad y un déficit intelectual en el límite de la normalidad, con riesgo de recaer en conductas delictivas, presentando sus capacidades volitiva e intelectiva profundamente atenuadas, sin llegar a estar anuladas.