Proyectan levantar sobre las ruinas de la vieja Boiromar, en O Chazo, una conservera
De momento, los nuevos propietarios van a retirar escombros y a cerrar la vieja factoría, abandonada desde hace ya una década
Pocos meses después de ser investido alcalde de Boiro, el socialista José Ramón Romero se ponía manos a la obra para atender una vieja demanda de los vecinos de O Chazo (Abanqueiro) para buscar una solución a la peligrosidad de las ruinas de la antigua conservera Boiromar, abandonada desde hace más de una década. Y no lo tuvo fácil. De hecho, le llevó más de un año localizar a los actuales propietarios.
Su intención era instarles a adoptar medidas para limpiar y garantizar la seguridad de las instalaciones, pero hace unas semanas se llevó una grata sorpresa: los nuevos dueños tienen un proyecto para construir una nueva conservera sobre esas ruinas.
La factoría ocupa una superficie construida de 4.747 metros cuadrados y tiene además otros 444 de terreno. Su estado de abandono pronto se convirtió en una amenaza para los vecinos, e incluso sufrió un incendio en agosto de 2013 que, de no haber sido controlado a tiempo, podría haber puesto en peligro las viviendas más cercanas.
El fuego produjo una fuerte explosión y un humo negro, por lo que no se descartó que dentro hubiese algún líquido inflamable. Los trozos de madera ardiendo que saltaron por los aires provocaron un pequeño incendio en el jardín de una casa colindante y a punto estuvieron de causar también otro en el monte cercano. En 2015, el Concello emitió un informe técnico-jurídico que declaraba en ruinas esas naves.
La gestión del regidor había comenzado en octubre de 2019, cuando solicitó una nota simple al Registro de la Propiedad de Noia para intentar localizar a los propietarios. La empresa que dejó abandonada la planta había entrado en concurso de acreedores, y el bufete de abogados se negó a revelar quién estaba detrás. Pero a finales del año pasado, “por una casualidad”, según el alcalde, un despacho de abogados de A Coruña le puso sobre la pista que le permitó dar con los nuevos responsables de la edificación. Romero se reunió con ellos a finales de diciembre. “Se comprometieron a redactar un proyecto para realizar el desescombro de la nave, a reparar la cubierta y a hacer un cierre perimetral”, señala el regidor.
Pero, en la reunión, le revelaron que tienen otro proyecto mucho más ambicioso para las ruinas: construir sobre ellas una nueva empresa conservera que, además, incorporará un plan relacionado con el sector turístico.
Romero, que de momento prefiere no desvelar la identidad de los promotores, señala que “es una empresa gallega (aunque no es de la comarca del Barbanza), del sectro conservero y solvente”.
El complejo está formado por dos naves de 2.334 y 1.941 m2, además de cinco almacenes de 65, 34, 95, 69 y 22 m2; un local de uso industrial de 44; y dos oficinas de 22 y 97.
El mandatario boirense dijo que “les hemos dado un plazo prudencial para que acometan la actuación más urgente” y que “le seguimos reclamando a las distintas empresas que tuvieron la propiedad de esas instalaciones las deudas que mantienen con el Concello en concepto de impuestos y tasas”.
Respecto al proyecto empresarial previsto, dijo que “será muy importante para Boiro, porque regenerará un complejo ruinoso para devolverle la actividad industrial y generar empleo”.