Santa Irene, en el punto de mira de los vándalos

El recinto escolar del colegio Santa Irene de Porto do Son está siendo el escenario escogido por los vándalos para realizar destrozos. Desde la dirección del centro indicaron que después del fin de semana ejecutan una inspección a fondo en las instalaciones para acondicionar el espacio para los menores, pues es habitual encontrar restos de la práctica de botellones, especialmente en las zonas cubiertas del inmueble.

De hecho, fue en una de estas, concretamente en la entrada principal, donde este lunes se toparon, además de basura, diferentes desperfectos en el mobiliario, algo que ha molestado considerablemente a la comunidad educativa, harta de esta problemática. Arrancaron los carteles con la información anticovid, rompieron una luminaria del patio y una rejilla del alcantarillado, así como la reja metálica de protección de la barandilla de las escaleras.

La directora del mencionado centro educativo ya ha pasado el parte de indicencias al Concello, quien ha avanzado que actuarán en consecuencia para tratar de frenar estos comportamientos incívicos.

“Se intensificará, sobre todo durante los fines de semana, el control en las áreas en las que tenemos aviso, entre ellas la del colegio, para que no sucedan este tipo de cosas”, indicó la teniente de alcalde, María Maneiro Quintáns, quien resaltó que “se trata de un recinto cerrado al que no se puede acceder”.

Conviene recordar que en enero de 2020 entraron a robar en el Santa Irene, causando numerosos desperfectos materiales (una cristalera y 10 puertas), llevándose el dinero de una máquina de café y alrededor de 300 euros de la ANPA O Campo.