Un pequeño resort hace que Outes se parezca al paraíso

Outes es un pequeño paraíso que estaba por descubrir, pero que poco a poco, gracias sobre todo a iniciativas privadas, está siendo todo un hallazgo. Su paisaje, el mar que baña su territorio y, sobre todo, una gastronomía excelente basada en unos productos de primera calidad, hacen de este pequeño municipio de poco más de seis mil habitantes un lugar ideal para disfrutar con los cinco sentidos.

A todas las bondades que reúne se le suma ahora una más. Un empresario local decidió apostar por su tierra y para ello aprovechó parte de las infraestructuras de una vivienda tradicional y un alpendre de la aldea de Pumar para convertir el espacio en un hotel de cuatro estrellas con diez habitaciones y un restaurante que pretende despertar los paladares más exigentes.

Buena prueba de lo que busca este empresario está en el nombre otorgado a sus nuevos establecimientos. Atmos se llama el hotel y Fera el restaurante. Fusionando los dos se consigue la Atmósfera en la que se pretende sumergir a cada cliente para que encuentre una vivencia única en un ambiente en el que se encuentre totalmente a gusto.

Una visita a este pequeño resort con piscina puede convertirse en una experiencia inolvidable gracias a sus diez habitaciones, todas ellas con baño con hidromasaje y terraza exterior equipadas con todas las modernidades, hasta el punto de que todo el hotel está domotizado, por lo que cada huésped puede personalizar su experiencia durante la estancia.

Pero no sólo el alojamiento puede transportar al cliente a un mundo de relax. El restaurante del complejo lleva a sus fogones el producto local con un toque de transformación. En la carta ofrece productos como el pinto, las zamburiñas en salsa kimchi o el gallo celta, por poner sólo unos ejemplos. Busca diferenciarse de la oferta que se puede encontrar en otros lugares del municipio gracias a su cocina más vanguardista.

Y para que sus comensales puedan disfrutar de verdad del producto local, nada mejor que contar con un pequeño huerto urbano para llevar directamente desde la tierra al plato los pimientos, tomates o hierbas aromáticas. Lo que sorprende es la ubicación de la pequeña plantación, pues está situada en la cubierta del edificio, que está completamente ajardinada.

La propuesta que se encontrarán los comensales que se acerquen a este establecimiento de Outes está basada en un menú degustación o a la carta para que disfruten de un abanico de sabores, olores, colores y texturas. Cuenta con un menú sencillo pero intenso, que se caracteriza por la creatividad en estado puro.

Y, para la sobremesa, nada mejor que el lounge bar del hotel y sus terrazas, donde poder tomar una copa o cóctel asomados al silencio visual que evoca el valle. Sin duda, es el lugar ideal para reposar el almuerzo sin prisas y en un ambiente relajado.

El hotel Atmos y el restaurante Fera ya atraen sin necesidad de más aditivos, pero es que se encuentran a apenas veinte minutos de Santiago de Compostela y aprovechan las atractivas rutas de senderismo que pasan por delante de su puerta.

Y es que, ubicado a cinco minutos de Pontenafonso y a cien metros del Pazo do Tambre, este pequeño resort que busca la comodidad absoluta de sus clientes ayuda a vivir una experiencia turística en pleno contacto con la naturaleza, lejos de esas aglomeraciones que en estos tiempos pueden ser peligrosas.

Abierto desde hace apenas una semana, ya cuenta con un nivel de ocupación más que aceptable. Outes se acerca cada vez más al paraíso con establecimientos como el hotel Atmos y el restaurante Fera, que invitan a disfrutar de la vida. Y para ello, nada mejor que Outes.