Vivir con Asperger: cuestión de método, orden y rutina

Hoy se conmemora el Día Mundial del Asperger, un trastorno muy frecuente que afecta a uno de cada 150 nacidos, poco conocido entre la población general e incluso por muchos profesionales. Se encuentra encuadrado en los TEA (Trastornos del Espectro Autista) aunque por sus características a nivel intelectual y lingüístico se mantiene como diferenciado del autismo clásico.

La asociación de personas con discapacidad intelectual Amicos de Ribeira está muy sensibilizada con esta patología, y durante esta semana hizo diferentes publicaciones en redes para informar y concienciar sobre este trastorno que padecieron también personalidades como el revolucionario tecnológico Bill Gates o el director cinematográfico Tim Burton.

También un usuario de la entidad, José María Baso Amorín, de 36 años, natural de Pontevedra y que trabaja como técnico de la ecobrigada de Amicos. Gracias a los apoyos necesarios, tiene un grado en Ingeniería Forestal por la Universidad de Vigo y un Máster en Riesgos Laborales, además de haber cursado el ciclo de capataces en Lourizán.

Él explica cómo es vivir con Asperger. “Es algo así como el autismo inteligente. Tenemos una forma diferente de pensar y de afrontar la vida. A mí me gusta tener una rutina y un orden. Y somos muy tercos. Si algo nos gusta mucho, lo repetimos cien veces. Nos suelen gustar mucho cuatro o cinco cosas, y de esas sabemos muchísimo. Tengo que trabajar con rutina. Soy bastante metódico y me gusta hacer las cosas bastante bien”, dice al respecto.

Desde la entidad destacan la importancia de su detección y diagnóstico en la edad temprana para recibir el apoyo educativo y familiar necesario para el día a día. “Es muy importante dar apoyo lo antes posible para conseguir una plena independencia de la persona”, indica Sihomara Agrafojo, técnica de Desarrollo de la asociación Amicos.

LOS ESTÍMULOS. “Las áreas que se pueden ver afectadas son el lenguaje, la conducta o la comunicación social. Esto es debido a la dificultad que presentan quienes lo padecen para interactuar socialmente, así como a los ambientes cambiantes, que no le son favorables; necesitan rutinas estables. En el área del lenguaje nos podemos encontrar con personas que no tienen ninguna comunicación oral, y con otras que, con apoyos, podemos conseguir que se produzca una comunicación”, comenta la profesional.

Agrafojo añade asimismo que las personas con Asperger “necesitan ambientes rutinarios, estructurados y cognitivamente accesibles, por lo que deben evitar ambientes con mucha gente o con muchos estímulos; cada persona necesita su estímulo”.

ATENCIÓN TEMPRANA. “En cuanto a la manera de recibir y procesar la información, mediante fotografías y pictogramas podemos contribuir a que una persona con esa patología sea mucho más autónoma. Es muy importante la atención temprana, cuyo objetivo es dar respuestas a problemas actuales o futuros en el trastorno del desarrollo de niños de cero a seis años. Es necesario dar respuestas a las necesidades que presenta la persona lo antes posible para poder conseguir su completa autonomía e independencia. Y, por otra parte, no debemos olvidarnos de la familia, que forma parte activa en este proceso. Debemos facilitarles a los familiares los apoyos necesarios y la formación adecuada”, indica la citada experta.

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