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Santiago, capital de la droga

Carlos Pajares Vales

Carlos Pajares Vales

PARA LAS DIVERSAS ASOCIACIONES que se agrupan alrededor de Santiago, como el Club Financiero, Ateneo, Sociedad Económica de Amigos del País, Cámara de Comercio, han pasado inadvertidos los datos sobre el consumo de drogas en la ciudad y alrededores. Datos que muestran un crecimiento cada vez más intenso, lo que hipoteca el futuro de muchas personas, en especial el de las generaciones más jóvenes. No se comprende que no figure en las agendas de dichas asociaciones, dado que es uno de los principales problemas de Santiago.

El consumo de drogas lleva consigo el subsiguiente tráfico de ellas, así como prostitución. Los síntomas que se ven, solo son la cabeza de un iceberg que esconde el verdadero volumen y alcance del problema

De acuerdo con el Observatorio Europeo de Drogadicción y Toxicomanías, Santiago de Compostela es la quinta ciudad de España y la veinte de Europa en cuánto al consumo de cocaína, duplicando la cifra del año 2013. Si miramos al consumo de éxtasis las cifras son todavía más preocupantes, figurando la segunda de España, solo superada por Barcelona, y la decimoquinta de Europa. Las cifras se refieren a la cantidad consumida por cien mil habitantes, detectada por los análisis realizados en las aguas residuales. Respecto a cannabis figuramos como la tercera de España y decimoctava de Europa.

En España se consumen muchas drogas. Muchas mafias se han asentado dedicándose a su tráfico. Se aprovecharon de las facilidades dadas en la anterior década, para conseguir la domiciliación con tal de hacer grandes inversiones en vivienda. Las mafias también saben que la justicia española es incapaz de combatirla eficazmente. Las ciudades del Mediterráneo son los lugares preferentes para su asentamiento. En los últimos cuatro años, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado han detenido a varias decenas de miles de narcotraficantes. Todos los días aparecen en los medios de comunicación detenciones. Anteriormente había menos, porque el Ministerio del Interior estaba más preocupado en tapar los casos de corrupción que en luchar contra el narcotráfico.

Los análisis de las aguas residuales también indican dónde se consume y trafica con las drogas. Cada vez que hay una redada en una discoteca, aparece un aumento de drogas. Además, el día de mayor consumo, el sábado, coincide con la mayor afluencia en ellas.

El problema es grave, porque significa el destrozo de vidas humanas. Todas las instituciones, aunque no tengan responsabilidad directa en ello, deberían tomar conciencia y poner en marcha actuaciones y planes para luchar contra ello. Las formaciones políticas que se presentan a las elecciones del mes de mayo, deberían detallar en sus programas y en sus mítines las actuaciones van a hacer, incluyendo la planificación de actuaciones decididas de policías municipales y nacionales.

La toma de conciencia, y como consecuencia actuar contra el tráfico de drogas, contribuiría a mejorar no sólo la ciudad sino a impedir el daño realizado a sus habitantes.