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Asalto al Campus Universitario

Carlos Pajares Vales

Carlos Pajares Vales

SI se observa la actuación de la Ciudad y su Ayuntamiento respecto a la Universidad y en particular respecto al Campus Sur, el llamado Campus Vida, se constata que la mentalidad que hay es mirar que se puede sacar de ella, esto se traduce una especie de asalto del Campus Sur.

El Ayuntamiento tiene la cesión de las vías públicas tal como la ley es indica. Aprovechando esta cesión legal, el Ayuntamiento utiliza al Campus como aparcamiento de la Ciudad. Una parte como zona azul, mediante la cual obtiene determinados beneficios económicos, sin contrapartida en la Universidad, y otra parte como parking libre gratuito sin ningún requisito. Así se puede utilizar, como se hace, para estacionar coches días enteros y a veces semanas. A ningún concejal del gobierno ni de la oposición se les ha ocurrido acotar el estacionamiento a no más de ocho horas para dar mejor servicio e impedir su utilización como garaje privado gratuito. El asalto al Campus y su deterioro cada año adopta nuevas formas. Este año la parte central del Campus, en la llamada Residencia se ve a todas horas coches aparcados en batería a pesar de estar prohibido. La prohibición tiene la excepción de uso escolar, inexplicable excepción. Con ese pretexto hay coches a todas las horas. En este caso, como en muchos otros casos, la policía municipal no existe. En la medida que se aproxima el verano aparecen más y más caravanas aparcadas sin que haya control alguno sobre ellas, con el peligro sanitario consiguiente dado que en ellas hacen sus necesidades. En verano se utiliza el Campus para una romería nacionalista de un determinado partido político, manera ejemplar de utilización de un bien público en beneficio privado.

Cuando hay un problema de aparcamiento o de tráfico en la Ciudad tanto el gobierno como la oposición acuden a soluciones donde se pone por medio al Campus. Así se hacen propuestas para hacer un Parking subterráneo en parte del centro del Campus o cerca del Hospital para para resolver el grave problema del aparcamiento del Centro hospitalario. En esas propuestas no se cuenta con la Universidad, asumiendo que se puede hacer lo que se quiera, cuando la cesión de las vías públicas es para la superficie no del subsuelo y además para el fin por el que se cede, es decir exclusivamente para regular el tráfico.

En los últimos tiempos se abrieron los terrenos deportivos, como el campo de atletismo del Campus a colectivos no universitarios, medida positiva sino fuese porque colocan altavoces a todo volumen con música ratonera, sin considerar que dentro de un Campus universitario hay edificios donde se estudia e investiga obviamente en silencio.

Ahora, los diversos grupos llevan propuestas en sus programas sobre sus relaciones con la Universidad, pero casi todas van en la línea de que se puede sacar de ella, no de cuidarla y apreciarla.

Un cambio de mentalidad es necesario. Ahora se anuncia una nueva ordenación de la parte central de la Residencia, esperemos que vaya en la buena dirección.