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No todo es Bío

Carlos Pajares Vales

Carlos Pajares Vales

CASI TODAS LAS NOTICIAS aparecidas en los medios de comunicación referentes a iniciativas empresariales relacionadas con la investigación, la innovación y el desarrollo en Santiago tienen que ver con la llamada Bío, especialmente con la Medicina. Así escuchamos la implantación del polo Sionlla Biotech, polo de Biotecnología en el que participan varias instituciones públicas y privadas, como Xunta de Galicia, Ayuntamiento, Cluster Tecnolóxico Empresarial das Ciencias da Vida, Parque empresarial del Tambre… Hay varias empresas biotecnológicas funcionando alrededor de Santiago y otras que anuncian su implantación, con más de 300 trabajadores en su conjunto, así como convenios entre empresas farmacéuticas y centros e investigadores universitarios. El Campus Sur de la Universidad de Santiago se llama Campus Vida (Bío) y en él están implantados diversos centros de investigación de primer nivel relacionados con la Biotecnología como el CiQUS (dedicado a Química Biológica y Materiales ) y el CiMUS (Medicina Molecular y Enfermedades Raras) además de la Facultad de Biología y Farmacia y la proximidad del Hospital Clínico Universitario y dentro de él el Centro de investigación IDIS. Es muy importante dar apoyo a estos centros e iniciativas empresariales, sobre todo teniendo en cuenta el marco competitivo en que se mueven tanto a nivel español como en el internacional.

Sin embargo, no todo es Bío y a veces esto se olvida en las iniciativas tanto públicas como privadas, incluso hay planificaciones estratégicas de Santiago en las que no aparecen actividades y realidades investigadoras y empresariales que no sean las relacionados con la Biotecnología.

Sin embargo, de las cuatro empresas más importantes de Santiago, tres no son Bío. Televes, Plexus y Urovesa se dedican respectivamente a las comunicaciones; al procesado de datos, big data e informática; y a tecnología relacionada con la defensa. Cada una mueve un número de empleados que rebasa ampliamente la cifra de 300 que emplean todas las empresas Bío. Solo Plexus, tiene más de 2.000 trabajadores en más de 20 países, 400 trabajando en Santiago. Referidos a centros de investigación de primer nivel tenemos el Instituto de Matématica Industrial, el Cretus (dedicado a investigación medioambiental), el Instituto de Materiales (iMaTUS) y el Instituto Gallego de Física de Altas Energías (IGFAE), único centro de Galicia que tuvo la mención nacional de excelencia María de Maeztu. Además de estos Centros, el CESGA (Centro de Supercomputación de Galicia) da soporte a muchas tecnologías, como la computación cuántica. Todos ellos con una actividad notable y con importantes relaciones actuales y potenciales con empresas. La última semana una empresa de Arteixo firmó un contrato de 20 millones con el CERN de Ginebra, para construir una parte de un detector de partículas con el apoyo del IGFAE.

La potenciación de la Biotecnología no debería excluir la atención a otras tecnologías. Al principio de los noventa se perdió la oportunidad de establecer un instituto de investigación relacionado con la fotónica, con financiación importante del Ministerio de Defensa y de Navantia. Al cabo de tres años el Instituto de fotónica se implantó en Barcelona, surgiendo a continuación muchas empresas en su entorno. Esperemos que ahora se vean con un horizonte más amplio las realidades y potencialidades de la investigación y no solo la relacionada con la Bío.