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Evolución humana

Evolución humana

Evolución humana / Carlos Pajares

Carlos Pajares Vales

Carlos Pajares Vales

¿Hacia donde evoluciona la especie humana?. La teoría de la evolución de las especies no esta tan madura para ser capaz de predecir hacia donde vamos. No soy experto pero una vez oí a un profesor de Biología, que las hormigas se habían desarrollado a la perfección en su línea, pero esa línea no daba para más y de alguna manera se habían quedado estancadas, sin desarrollar su inteligencia. Los hombres hemos desarrollado mucho la inteligencia, concentrando nuestro esfuerzo para dominar la materia y crear un mundo físico confortable. Pero el terreno propio de la especie humana no es solo lo material. Luchamos para conseguir dinero y prestigio para dar una vida confortable a nosotros y a nuestra familia, pero no tenemos tiempo para dedicar a ella y a nosotros mismos. ¿Nuestro progreso es solo en una dirección y nos lleva como en el caso de las hormigas a un callejón sin salida?

La humanidad necesita no solo casa, coches, viajes y otros bienes materiales sino alegría, paz, cariño y libertad. Libertad en el sentido de liberación del espíritu del hombre.

Si esto es así, los países deberían promover la instrucción espiritual. De la misma manera que es conveniente el ejercitarse en el ejercicio físico y por eso se instruye mediante las clases de Educación Física de colegios e Institutos e incluso hay titulaciones sobre ello en la Universidad, se podría pensar en algo similar referido a la instrucción espiritual.

La instrucción espiritual versaría sobre la sensibilidad y receptividad del ser humano y maneras de mejorarla. En Occidente y en parte del resto del Mundo al hombre se le ha impregnado de una mentalidad exclusivamente racionalista en merma de sus otras potencialidades. Se trataría de sanar al hombre ofreciéndole balancear esa mentalidad. El cultivo del silencio y de la meditación serían otros puntos para avanzar en el conocimiento de nosotros mismos y del mundo. Relacionado con esto, aprender a quedarse en vacío, fuera de las preocupaciones y quehaceres del mundo externo y tomar conciencia del misterio.

Un punto importante es la contemplación de la Naturaleza, como decía Teilhard de Chardin, ver la transparencia del horizonte lejano de un monte y la profundidad del bosque que protege con sus hojas los latidos escondidos de todos sus inquilinos, ver lo que traslucen los rostros de hombres y mujeres y las necesidades del pobre, la sonrisa de un niño, el ruido de la muchedumbre y la inmensidad misteriosa del mar. En la instrucción se podría hablar de la ley de la vida, mediante la cual al dar se recibe más. El estar abierto a la novedad de cada día, así como a captar esa novedad en cada ser humano que es único, irrepetible e irremplazable.

Todo esto es ignorado no solo en la enseñanza sino en el vivir del cada día. Hablar de meditación, oración o contemplación suena como algo alejado de la vida cotidiana. Sin embargo, la mente espiritual es constitutiva del ser humano y por ello si no se tiene en cuenta la especie puede evolucionar hacia un callejón sin salida.