{ POLÍTICAS DE BABEL }

El eco de Coldplay

José Manuel Estévez-Saá

José Manuel Estévez-Saá

AL IGUAL QUE EN MI CABEZA, todavía resuena por las calles y plazas de Barcelona el eco de las canciones que Coldplay ofreció para toda España desde lo más alto del Estadio Olímpico Lluís Companys. Y es que el majestuoso recinto deportivo de Montjuïc se vistió de gala para acoger del 24 al 28 de mayo los cuatro impresionantes conciertos que la banda británica liderada desde 1998 por Chris Martin quiso brindarle a un entregado y abarrotado auditorio, con entusiastas llegados de los más diversos puntos de España y el extranjero. En torno a 230.000 incondicionales llenaron los hoteles y recintos de una Ciudad Condal que se dejó seducir por el ritmo embriagador del pop rock alternativo e incluso post-britpop que abandera el grupo londinense. Y es que la banda de Martin, con Jonny Buckland, Guy Berryman y Will Champion, no ha dejado de crecer en maestría y popularidad desde sus orígenes como Starfish en su época de estudiantes del University College London, allá por 1996.

Hoy sus letras son conocidas y reproducidas en todo el mundo por unos seguidores de los más diversos tramos de edad, cuya lealtad al grupo británico es inquebrantable, como yo mismo pude comprobar el pasado sábado en la bella capital catalana gracias al buen criterio musical y a la generosidad de un verdadero hermano. El concierto, que considero un regalo cargado de emociones, empezó tras un vídeo de concienciación medioambiental, y bajo el resplandor de 60.000 pulseras Led iluminando en rojo y blanco el confeti que brotaba al ritmo de Higher Power. A partir de entonces fue un no parar de luz y sonido. Cabe destacar el mar de globos gigantes que recorrió el Estadi Olímpic interactuando con el público al compás de Adventure of a Lifetime, o el canto a coro que logró Coldplay con The Scientist. A la media hora, Chris Martin alcanzó uno de sus instantes mágicos cantando Viva la Vida, y uniéndose al público desde el segundo escenario, tras recorrer un largo e integrador pasillo frontal que ya no dejaría de visitar durante el concierto incluso expresándose en español.

Los rayos luminosos en verde hacían juego con el escenario en Clocks; cambiaban al azul, el blanco y el violeta en Something Just Like This; y jugaban con las pulseras iluminadas en varios colores cuando era My Universe lo que sonaba. El público se hermanó bajando los móviles para disfrutar A Sky Full of Stars, y disfrutó el ritmo emotivo de Fix You, cuando ya los Gipsy Kings habían sorprendido con su Bamboleo en un tercer escenario. En definitiva, una belleza de concierto dentro de la gira Music of the Spheres World Tour; que rindió homenaje a la fallecida Tina Turner, contó con las marionetas de The Weirdos, y estuvo cargado de confeti biodegradable y pirotecnia sostenible, y protagonizado por las ya famosas pulseras Xyloband.