EN LOS ÚLTIMOS TIEMPOS se ha puesto de relieve la incomodidad que supone la cantidad de turistas que llegan a Santiago y copan nuestras calles, aparcamientos, bares, restaurantes, hoteles y pisos. También han sucedido escenas de turistas haciendo actos contra el patrimonio o poco respetuosos con el entorno. No es única nuestra ciudad en tener problemas con los turistas y similares problemas suceden en muchas ciudades de España como Málaga, Barcelona o San Sebastián y de fuera como Venecia, París o Berlín. Es claro que los turistas aportan a la ciudad creando puestos de trabajo y riqueza en el terreno económico sobre todo en el sector de hostelería. La cuestión es cómo hacer todo esto compatible con la vida normal de los vecinos, minorando las incomodidades de estos reduciéndolas a las inevitables y siendo sensibles a sus reclamaciones, así como extender los beneficios a todos los vecinos y no restringirles a los relacionados con la hostelería.

Vivienda, transporte, limpieza, preservación del patrimonio y comercio son algunos de los sectores donde aparecen problemas y donde los inconvenientes del turismo son palpables y comunes a muchas de las ciudades turísticas, aunque las soluciones deben tener en cuenta las especificidades de cada sitio. No es lo mismo Santiago de Compostela, ciudad con cuestas, con lluvia frecuente, con cien mil habitantes oficiales en la que trabajan alrededor del doble y con una Universidad con muchos estudiantes, que otra ciudad que no tenga alguna de estas características

Antes de cualquier solución es conveniente explicitar para qué se quieren las cosas y en particular la funcionalidad de las soluciones. En el caso de Santiago, se supone que el casco antiguo, su comercio y en particular la plaza de abastos, no es solo para turistas, ni para los que habitan en él, sino para todos los vecinos de Compostela. De aquí se concluye que no solo puede haber comercio del tipo de todo a cien, ni terrazas cubriendo calles o plazas emblemáticas como la plaza de la Quintana. Cuidar del Patrimonio implica evitar, no solo que pinten en las paredes del casco antiguo sino preservar las vistas de su belleza, su aseo y limpieza.

Las dificultades de aparcamiento en épocas turísticas que encuentran los vecinos que quieren ir al Centro hace más acuciante tener un buen transporte público, bien gestionado y señalizado en sus paneles, no como el existente ahora.

La escasez de vivienda asequible es un problema general a casi toda España, agravada por la expansión de la oferta de pisos turísticos. Las soluciones no son fáciles y pasan por la construcción de mucha más vivienda pública y privada, así como una regulación práctica de los pisos turísticos. Tanto en estos pisos como en la vivienda pública y privada no se debe olvidar que su primera misión tiene que ver con el derecho constitucional del acceso a la vivienda. A veces se le encomienda a la Universidad que acuda a solucionar el problema, cuando la principal misión de ella es la docencia y la investigación. Actualmente es una de las Universidades que tiene más plazas de residencia sufragadas parcial o totalmente por ella, significando alrededor de dos millones de euros anuales. Cada residente está sufragado de media con más de mil seiscientos euros anuales provenientes del presupuesto de la Universidad, dinero que podía estar dedicado a sus misiones específicas.