Santiago en Segovia

Las catedrales de España están haciendo importantes esfuerzos a la hora de promover su conservación y de dar los debidos pasos para que la sociedad pueda conocerlas en lo que la historia ha atesorado en cada caso. Si es verdad que la colaboración de las administraciones públicas ha sido fundamental, en ese proceso, también mucho es debido a la colaboración de diferentes mecenazgos y, sobre todo, a la actitud positiva de los cabildos catedralicios respectivos.

Que lo que se aporte por los ingresos en entradas a su visita se destine al mantenimiento y a planes de conservación, y puesta en valor – también de comunicación-, es un camino habitual y que tiene un exponente a poner de relieve en la catedral de Segovia, con su cabildo al frente. 

Allí, después de una concienzuda labor restauradora, se acaba de abrir al público la capilla de Santiago. Fue un caballero, llamado Francisco Gutiérrez de Cuellar (ca. 1518-1581), quien se hizo con ese espacio para dedicarlo al culto al apóstol y ser enterrado en ella. A su muerte las obras no se habían iniciado, quien le iba a suceder también falleció pronto y lo que habría de hacerse quedó en manos de sus testamentarios, quienes llevaron a cabo una muy estimable obra.

Lo primero que se realizó fue una cripta dividida en dos espacios; uno de ellos, un angosto pudridero, y otro, principal, amparado por una gigantesca cruz de Santiago y presidido por una representación de la Virgen de la Antigua. También se restauró el retablo, con un hermoso programa iconográfico que alude al Cristo eucarístico y a Santiago el Mayor, como dechado de todas las virtudes, presentando las escenas de su elección y martirio así como su enterramiento, en el que se mira, de algún, modo el propio mecenas, retratado a un lado, en la parte inferior de dicho conjunto. La reja que cierra la capilla -con un Santiago peregrino y otro, caballero- forma parte de esta restauración que pone en valor el culto jacobeo en una catedral que forma parte del ahora llamado Camino de Madrid, que se une al francés en Sahagún. El Año Santo Compostelano del 2027 está ya muy próximo y labores como ésta señalan la senda a seguir.