Saltar al contenido principalSaltar al pie de página

Opinión | On/off

Periodista

De Mazón a Sánchez

Esta semana. la de Todos los Santos, tiene varios protagonistas. Algunos a su pesar como son las víctimas de la dana o los Reyes de España, de los pocos que supieron estar en su sitio. Y termina, como si de una premonición se tratara, con el Día de Difuntos, en la que destacaron dos antagonistas o, mejor dicho, villanos: Mazón y Sánchez. El miércoles fue el presidente valenciano el señalado por su indolencia -Corazón de Piedra 2024, según una asociación de directores de servicios sociales- mientras ayer lo era el presidente del Gobierno en el Senado por los casos de corrupción que enturbian a su gobierno, partido y familia. Ninguno de los dos está, de momento, en manos de la Justicia, pero sus deficientes actuaciones como gobernantes les hacen acreedores de responder ante la ciudadanía. Pueden hacerlo de dos formas: presentando la dimisión para que los respectivos parlamentos elijan un sucesor o poner sus cargos a disposición de los electores convocando elecciones a las que, si tan seguros están de lo hecho, podrán concurrir para ser refrendados por el pueblo soberano.

Hay parecidos y también diferencias entre los casos Mazón y Sánchez. El futuro a corto plazo se presenta menos incierto para el primero. Salvo que sufra un arrebato de realidad o que se las tenga que ver con la Justicia, la inflamación social se irá amortiguando y los trabajos de reconstrucción apaciguarán poco a poco la protesta. Tenemos en Galicia el ejemplo del accidente del Alvia. No olvidado pero superado. El paso del tiempo lo difumina todo. El presidente valenciano, traspasado el primer aniversario de la dana en el cargo, es probable que continúe hasta el fin del mandado (2027), pero al PP mejor le iría con otro candidato.

Sánchez calificó de circo su comparecencia en la comisión de investigación del Senado. Tiene razón. Todas son un circo en nuestro país. Ninguna aporta nada relevante si a descubrir la verdad nos referimos. Se convierten en puro espectáculo con lanzamiento de pullas de unos a otros. Las únicas investigaciones que merecen tal denominación son las judiciales, con auxilio de los cuerpos policiales.

El calvario de Sánchez puede agravarse en los próximos meses. Están en pleno apogeo los numerosos casos que le rodean. La próxima semana el foco estará en el juicio al fiscal general del Estado. No va a ser un circo. Es asunto mayor. Sea encontrado culpable o no. se ahondará en el relato de una España inmersa en la corrupción. A modo de telonera abrió la espita la vicepresidenta Yolanda Díaz con el lapsus: “Hay Gobierno de corrupción para rato”. ¿O no hubo tal lapsus y se trató de una traición del subconsciente? ¿Fue un movimiento preventivo poniendo la venda antes de la herida? En política nunca se puede descartar nada. Si el Gobierno cayera por esta causa los suyos se beneficiarían de la desgracia ajena.

Salvo que canten Ábalos o Cerdán, si es que disponen de partitura, Sánchez no caerá por la corrupción. Ni aunque se condenara a su mujer, a su hermano y al fiscal general. En este país las falcatruadas apenas penalizan electoralmente. Y Puigdemont dejará de apoyarle pero no le empujará lo suficiente como para que se desplome solo. El prófugo está más interesado en desgastar a Illa. Su prioridad es recuperar influencia en Cataluña y la Generalitat.

España no va como un cohete, en símil hiperbólico acuñado por el Gobierno. Tenemos el triste honor de liderar los índices en Europa de paro y pobreza, Los bajos salarios, la carestía de la vivienda y la inseguridad ciudadana exigen la toma de iniciativas radicales y urgentes. Un gobierno débil, dividido y sin apoyos parlamentarios no puede acometer. Afrontar los grandes retos sin presupuestos que los sostengan económicamente es inviable. Tratar de mantenerse en el poder sin apoyo parlamentario socava las bases de la democracia.

Por su larga sobremesa con la que estaba cayendo, Mazón debe dimitir ya. Dada la falta de presupuestos y la pérdida de apoyo parlamentario, Sánchez debería sentirse obligado a convocar elecciones anticipadas. Extremadura marca el camino.

Tracking Pixel Contents