Pavel y Corbacho
EL FUENLABRADA está comandado por el ilustre veterano Andy Panko, y con la compañía de Akindele, Baron y Clark conforman un cuarteto inicial muy bueno y con experiencia. A ellos se les une el novel Alberto Díaz, un base con calidad y futuro y otro veterano polivalente, Miso. Los 6 son la base del equipo y acaparan muchos minutos en pista logrando traducirlos en buen baloncesto. Por el contrario, su banquillo ya no tiene tanta calidad y oficio y en este aspecto el Obra es y fue superior.
La primera parte resultó muy igualada y al filo del descanso consiguieron una renta de 6 puntos que nos tenían a todos más que preocupados. En la segunda, el Obra salió decidido a apretar más en defensa y comandados por Don Pavel Pumprla terminamos por contagiarnos todos, público y jugadores, para obtener la cuarta victoria que a estas alturas de la temporada es un bagaje muy importante. Pavel declaró que juega para que la grada coree su nombre y la verdad que lo ha conseguido con una actuación en la que su garra e intensidad defensiva lanzaron al equipo y permitieron la ansiada remontada, a pesar de la porfía mostrada por los fuenlabreños. Esta vez, la solidez mostrada por los obradoiristas, basada en una gran defensa y buen juego y acierto en ataque, no les dieron opción.
Hubo sorpresas, la primera la excelente actuación de Dani Miller que en 15 minutos y medio obtuvo 15 puntos de valoración, con 5 rebotes y un 4 de 5 en tiros de campo, aparte de mostrarse contundente ante un tanque como Akindele. La segunda, la presencia en el palco de dos ilustres exjugadores, Ricardo Aldrey y Manolo Vidal, invitados por el club para presenciar el partido. Para mí fue una grata alegría el verlos y aplaudo continuidad de la iniciativa. La tercera y muy importante, fue que Corbacho no anotó y no pudo continuar intentando batir el record de partidos con al menos un triple convertido. Creo que le va a venir muy bien a él y a todos para hacernos recapacitar. Los jugadores tienen buenos y malos momentos durante la temporada/as y eso hay que aceptarlo, sobre todo con un jugador como Corby que tiene un record que es muy difícil de batir: El cariño y el reconocimiento de la afición por lo bien que nos lo ha hecho pasar durante los últimos cuatro años. El ha sido el estandarte del equipo, el jugador por antonomasia del Obra y como ya escribí otras veces, el principal objeto de deseo de las defensas de los equipos contrarios. Si hay alguien que no lo entienden así es que no saben nada de lo que es éste juego y del lujo que supone para el Río Natura Monbús el tener un jugador como Alberto. A los grandes jugadores hay, ante todo, que respetarlos, aceptar sus errores, apoyarlos y alentarlos todo lo posible para que nos vuelvan a deleitar. Don Alberto Corbacho se ha ganado ese derecho y desde aquí soy el primero en aplaudirle. ¡Se lo ha ganado y se lo merece!. ¡Ánimo Alberto!