Capital de Galicia solo sobre el papel

CADA VEZ está más claro que en Madrid no están por la labor de reconocer que Santiago es la capital de Galicia, con todo lo que eso representa y exige a la hora de mantener ese peso institucional. El último palo proveniente del Gobierno actual, que viene a sumarse a los otros muchos atizados por anteriores Ejecutivos de todos los colores, se ha materializado en la elección de A Coruña y Vigo como sedes de las unidades de seguridad y protección aérea del Cuerpo Nacional de Policía, dejando a Compostela relegada en un segundo término con la categoría de localidad dependiente de la ciudad herculina. Todo ello pese a que el aeropuerto de Lavacolla es el central de Galicia, el único que está operativo las 24 horas del día y el que mueve, con mucho, el mayor número de pasajeros y mercancías. Decíamos que, en este tema, llueve sobre mojado y que esta decisión del Ministerio del Interior no cambia en absoluto la línea de marginación que han mantenido hacia Compostela los últimos gobiernos estatales. De esta forma, la capital de Galicia sigue sin contar con una unidad de antidisturbios, cuyos efectivos deben desplazarse también desde A Coruña cada vez que en Santiago se celebra alguna manifestación importante o algún acto institucional de gran calado. Es decir, cada dos por tres, más que nada porque Compostela es la ciudad gallega que acoge en sus calles, con muchísima diferencia sobre el resto, más protestas multitudinarias que pueden acabar en disturbios. Y también más celebraciones con autoridades de primera fila nacionales e internacionales, especialmente en los años santos, que requieren el despliegue de grupos policiales muy especializados. ¿Seguiremos aguantando mecha mientras en Madrid continúan haciendo repartos absurdos? Nuestras autoridades e instituciones más próximas tienen la palabra.

BEATRIZ CASTRO/Periodista