Equipamientos para las nuevas necesidades

santiago La red de centros socioculturales de Compostela desempeña un papel fundamental que va más allá de su simple condición de contenedor de actividades de todo tipo. Para todo el entorno rural supone un punto de referencia que articula la relación de todos los vecinos del entorno, y que puede desempeñar un papel fundamental como el que tuvo a la hora de explicar, por ejemplo, la transición de la peseta al euro. Desde ellos se organizan todo tipo de campañas. En el casco urbano también tienen una función destacada, no solo para el desarrollo de actividades formativas, culturales y de ocio, sino también como base para que los diferentes colectivos vecinales puedan plantear sus problemas y reclamar las correspondientes soluciones, lo que los ha convertido en auténticos organismos vivos. Últimamente además asistimos a una nueva transformación de estos locales, muchos de los cuales iniciaron su andadura en un bajo cedido o alquilado, o en una vivienda o edificio público cuya gestión le fue cedida. Luego llegaron los innovadores centros, como los de Conxo, la Trisca o, el más reciente, el de Santa Marta, que trajeron una nueva forma de trabajar. Ahora llega una nueva transformación que comienza por Pontepedriña y Santa Marta, con una oferta ampliada a través de nuevos equipamientos. En el primer caso con un nuevo modelo de campo da festa, que ofrece todo el amplio abanico de posibilidades para la dinamización de la vida de un barrio en expansión. En Santa Marta, que también ha experimentado un fuerte crecimiento, ofrecerá un espacio multiusos utilizable en días de lluvia. Es un salto cualitativo importante que no solo beneficia al tejido asociativo de la ciudad, sino también al conjunto de los vecinos, que disponen de una oferta y cultural de ocio de calidad, y de unas instalaciones que les permiten desarrollarla en muchísimas mejores condiciones, incluso en las condiciones climáticas más adversas.