Explicar y escrutar cada euro invertido

debate La celebrada recuperación para el patrimonio público del Pazo de Meirás representa el triunfo de la cordura sobre la sinrazón. La emblemática edificación y sus jardines otrora propiedad de la familia de la condesa, escritora y catedrática Emilia Pardo Bazán se recuperan para el disfrute de la sociedad tras un período oscuro y largo en manos del dictador Francisco Franco y posteriormente de sus descendientes. Titularidad ahora del Estado, el inmueble debe gozar de todas las garantías de protección. Es cierto que en manos de sus últimos dueños fue pasto parcial de las llamas por una deficiente atención. En respuesta a un pregunta de las diputadas populares Marta González, María Valentina Martínez y Tristana Moraleja, el Gobierno estima en 180.000 euros el coste anual de la vigilancia del pazo y en 40.000 euros adicionales para el mantenimiento del jardín y las zonas verdes. Estas cuantías semeja que están muy lejos de los desembolsos que supondrían a sus últimos inquilinos. Aunque está en marcha la apertura constante al disfrute ciudadano a diferencia de lo que ocurría en los últimos tiempos con visitas muy parciales, llama la atención el alcance de las partidas. Sumidos en las consecuencias de la crisis sanitaria, económica y social de la pandemia del coronavirus, cada euro público cuenta. Y escrutarlo –también explicarlo en detalle– debe ser tarea constante.