La sanidad como vitamina electoral

El duro palo cosechado por el PSOE en Andalucía, la frivolidad del presidente tildando sin haber visto las imágenes –o eso dijo– de “bien resulto” el operativo de Marruecos durante el último asalto a la valla de Melilla, y unas encuestas que ya sitúan a Alberto Núñez Feijóo como líder en intención de voto, retratan a un Pedro Sánchez alicaído y le obligan a reaccionar urgentemente si quiere seguir en La Moncloa. La exitosa cumbre de la OTAN celebrada en Madrid, por la que el Gobierno recibió incluso la felicitación del PP debido la buena imagen de España ofrecida, supuso un primer balón de oxígeno para el cabeza de cartel socialista, que ahora quiere seguir avanzando en la reanimación de cara a la sucesión de citas electorales que vienen por delante, empezando por las municipales de 2023. Tras desgaste acumulado por la gestión de la pandemia, el continuo enfrentamiento con Podemos, los indultos a los líderes independentistas o la inflación desbocada, unas vitaminas, desde luego, nunca vienen mal. Los del puño y la rosa saben que algunas de sus decisiones políticas, sumadas a la precaria situación económica de millones de familias –asfixiadas por la subida de la luz, el gas o los combustibles–, debilitaron enormemente su proyecto. Son conscientes de que les hace falta una buena inyección de moral en la sociedad para recuperar parte del crédito perdido. Y en este contexto, Sánchez busca apoyo en la medicina. Así, a través de una entrevista en El País, anuncia que el Consejo de Ministros aprobará el próximo martes la estabilización de 67.300 plazas de personal sanitario. Una excelente noticia justo a las puertas del verano, cuando se prevé el momento de mayor tensión en los hospitales debido a la falta de personal en todo el país, pero que tiene truco. Porque el “histórico esfuerzo que no se había visto en la historia del Sistema Nacional de Salud a lo largo de la democracia”, tal y como lo vendió el líder del Ejecutivo, no sólo es una actuación impuesta desde la Unión Europea, que ya nos tiró de las orejas en numerosas ocasiones por abusar de los contratos interinos, sino que será asumido por las comunidades –que tienen las competencias– y que, como Galicia, ya se pusieron manos a la obra convocando las oposiciones. La sanidad entra de nuevo en campaña con la misión de intentar revivir a un candidato que está en horas bajas.