Marcar las normas y estilos del juego

POLÉMICA No es Pedro Sánchez persona dotada con las virtudes de la diplomacia; más bien al contrario, le encanta disponer de los tiempos a su antojo y durante esta pandemia se ha podido comprobar en su juego de relaciones con las comunidades autónomas. Al menos con algunas, que otras le marcan el paso y solo le permiten cambiarlo en cuestiones triviales. Lo de la Cumbre de Presidentes es uno de esos temas que se le atraganta. En pleno confinamiento se reunía virtualmente con ellos los domingos para ratificar medidas que había adelantado a los medios de comunicación los sábados; unas decisiones que afectaban directamente a las propias comunidades.

Convocó para el próximo viernes una de estas cumbres, que están perfectamente regladas, incumpliendo algo tan básico como es lo de notificarlo con tiempo, facilitar los temas que se van a abordar y permitir un diálogo previo entre distintas administraciones.

Nada de eso. Sánchez se limitó a señalar día y hora y, eso sí, advertir que cada presidente dispondrá de una intervención de cinco minutos. Su tiempo no tiene límites. Todo muy democrático. También dejo sentado que con Cataluña se debatirá todo en una reunión bilateral, de Estado a Estado, tal y como exige la Generalitat. Es decir, hay que aceptar sus normas y si se le ocurre cambiarlas en medio de la reunión... no duden de que lo hará. Es muy de su estilo.