Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h

¿Necesita España los 140.000 millones?

    después de meses de fiar la recuperación de la economía española, en la uci desde el confinamiento, al cañón de liquidez de los 140.000 millones que nos tocan en el reparto de los fondos europeos, comienzan las incertidumbres antes aún de que lleguen las primeras remesas. Por un lado, el BCE calcula que España recibirá realmente de Bruselas a fondo perdido un 33 % menos de los 72.700 millones anunciados a bombo y platillo por Pedro Sánchez, tras la histórica cumbre comunitaria de julio pasado. Por el otro, el Gobierno de coalición prefiere renunciar a la mitad de la cifra global y no pedirá por ahora los otros casi 70.000 millones en préstamos; es decir, el dinero que tendrá que devolver y que engordará una deuda pública que ya galopa descontrolada. Explica la vicepresidenta Nadia Calviño que el Ejecutivo central ha confeccionado un plan en dos fases, y que su prioridad es ejecutar las inversiones que se puedan financiar con esas transferencias, que no hay que devolver ni incrementan la deuda del Estado. Lo que consiguen Sánchez y Pablo Iglesias es gestionar ellos el milmillonario paquete a fondo perdido, entre 2021 y 2023, y dejar al próximo Gobierno la decisión de pedir o no los créditos para el periodo 2024-2026. Con los tipos de interés en mínimos por las compras masivas del BCE, al Tesoro español le sale hoy por hoy más a cuenta endeudarse en los mercados que pedir su parte de créditos de los fondos europeos de recuperación. A mayores, sin siquiera tener garantizada la capacidad de activar proyectos que le permitan utilizar todo ese cañón de liquidez, España se protege, de paso, frente a un escenario en el que Bruselas acabe imponiendo otra ración de ajustes, más pronto que tarde, con lo que conllevaría para las políticas sociales. En resumidas cuentas, la renuncia a la tajada envenenada de los créditos parece una jugada sensata, pero tiene riesgos evidentes alimentados por los rebrotes del covid: muchos expertos alertan de que si los socios comunitarios se quedan cortos en la utilización de los 750.000 millones aprobados por la Comisión Europea, podríamos tener que lidiar con una deuda pública y un desempleo disparados y con el PIB en caída libre. Quizás por eso, la CEOE pidió ayer mismo al Gobierno que no renuncie a esos 70.000 millones en créditos. Entiende la patronal que los famosos 140.000 millones ya están asumidos por la sociedad y las entidades financieras, y que España necesita la totalidad del dinero. Quizás tengan razón los empresarios. En cualquier caso, no estaría de más que Sánchez, Iglesias y Calviño reflexionen sobre los pros y los contras de su arriesgado plan.

    20 oct 2020 / 00:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito