Para gustos se hicieron los colores
para gustoS se hicieron los colores, dice el refrán, y probablemente habrá muchas personas que echen de menos los antiguos fuegos del Apóstol, es decir, los que se lanzaban desde el Obradoiro y tenían como telón de fondo la Catedral de Santiago, pero lo cierto es que el espectáculo pirotécnico de la noche del 24 salió redondo. Tan redondo que al acabar se oyó un sonoro y sincero aplauso por parte de los miles de espectadores que se repartieron por distintos puntos de la ciudad para ver alguno de los cinco lanzamientos, fórmula que se volvió a adoptar este año con el objetivo, conseguido, de evitar aglomeraciones. Los vítores fueron, sin duda, merecidos, especialmente porque la traca final fue la más espectacular que se recuerda en los últimos años tanto en duración como en sonoridad y luminosidad. En los últimos tiempos se impuso, con el fin de preservar la integridad de los edificios del Obradoiro, un tipo de exhibición moderna que, pese a ser muy aclamada por distintos sectores, levantó también infinidad de voces críticas. Esas funciones consistían en sustituir buena parte de la pólvora y de los cohetes por imágenes diseñadas por ordenador que se proyectaban en la fachada de la Catedral hilando un relato sobre la historia de Compostela y la tradición jacobea. Algunos de esos espectáculos estuvieron muy logrados, pero de ellos solo podían disfrutar quienes podían acceder al Obradoiro, mientras que el resto tenía que conformarse con ver desde lo lejos los cohetes que se tiraban al final. Ahora, con la nueva fórmula, volvemos a la tradición de la pólvora, el humo y el ruido. Al espectáculo bruto y auténtico que hace temblar la ciudad bajo mil colores. Estamos sumergidos en plena era digital, pero las imágenes diseñadas por computadora jamás podrán sustituir al encanto de las luces y los petardos. Lo mismo que un frío libro electrónico no puede competir con la magia del papel y el olor a tinta. De todas formas, lo dicho: para gusto se hicieron los colores.
Beatriz Castro/ Periodista