Tiempos difíciles

ALERTAN LAS PRINCIPALES entidades solidarias de que la situación social se está complicando seriamente. La crisis económica que se ha agudizado a raíz de la guerra de Ucrania, con una inflación que ha disparado los precios de los productos más básicos, está pasando una alta factura a las familias, que siguen ganando lo mismo, cuando no sufren la pérdida del trabajo o recortes en sus salarios debido a expedientes temporales de regulación de empleo. Coinciden la Cocina Económica de Santiago y el albergue Xoán XXIII en que en los últimos meses ha cambiado notablemente el perfil de sus usuarios. Se trata de personas que hasta ahora nunca habían pensado que necesitarían pedir ayuda para sobrevivir. Gente que se ha quedado sin trabajo, que se ha visto desbordada por la subida de las facturas o de la cesta de la compra, que también se ha disparado; y que finalmente se ha visto en la necesidad de pedir ayuda. Negar una profunda crisis sería de necios, porque todos ya la hemos podido sufrir en nuestros bolsillos. El encarecimiento de la vida nos ha hecho más pobres. Vivimos tiempos difíciles y se avista un horizonte incierto y preocupante; porque todo apunta a que la situación puede ir a peor. Comencemos el nuevo año, pues, con prudencia. Y a la expectativa de los sucesos inminentes que nos puedan afectar. Los mercados y quienes los controlan nos animan a ser precavidos y a no lanzarnos a grandes aventuras, pues podemos sufrir más de un revés. Confiemos también en que quienes nos gobiernan tracen una política económica capaz de hacer frente a las dificultades. Amén.