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Un asunto urgente, a la par que importante

El estratega Dwight Eisenhower, que además de general de cinco estrellas y presidente de los Estados Unidos pasaba por ser un experto en la gestión del tiempo, defendía que “lo que es importante rara vez es urgente y lo que es urgente, rara vez es importante”. Sin embargo, en el orden de prioridades de cara a su nueva etapa como titular de la Xunta, Alfonso Rueda enfoca sus primeros pasos hacia un asunto que aúna como ninguno ambos conceptos: la igualdad de oportunidades entre hombres y mujeres, que pese a los innegables avances, todavía sigue siendo una asignatura pendiente. En pleno siglo XXI, la brecha salarial supera en nuestro país el 30 % en el sector privado en favor de los varones, al mismo tiempo que ellas continúan asumiendo una mayor temporalidad en sus contratos o acaparando un más porcentaje de reducción de jornada para encargarse de cuidar a la familia. Atender el hogar a costa de sus salarios o carreras profesionales es, por desgracia a estas alturas, el sino de muchas gallegas, una situación agravada por la pandemia. De ahí que el Ejecutivo autonómico entiende que hay que actuar y hacerlo rápido. En primer puesto dentro del escalafón. Y en esa línea, el pontevedrés se estrenó en el Consello como mandatario con plenos poderes –ya lo había pilotado antes en funciones por ausencia de Feijóo– , avanzando un histórico plan dotado con 935,5 millones, el mayor presupuesto hasta la fecha –un incremento del 138 % respecto al anterior– , con el objetivo de luchar contra las discriminaciones y prevenir la violencia de género. Incluye seis principios rectores y nueve ámbitos de actuación con 128 líneas para seguir avanzando en todos los ámbitos. El documento, “ambicioso”, como lo calificó el líder del Ejecutivo, pondrá especialmente el foco en la empleabilidad, el emprendimiento, el rural, el mar y la participación femenina en todas las esfereas de la vida pública y privada, fortaleciendo, por supuesto, la coeducación como instrumento de transformación. Con un horizonte de seis años de vigencia, del que se hará una evaluación intermedia para comprobar su adecuada efectividad, el sólo hecho de situar la lucha para terminar con las desventajas en función del sexo con el que uno nazca como norte de su trabajo confirma que Rueda empieza con buen pie. Primero lo urgente. Y, en este caso, también lo importante.

20 may 2022 / 01:00
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