Una EPA con luces y sombras

La Encuesta de Población Activa que clausura laboralmente 2021 recoge la creación de 10.300 puestos de trabajo en Galicia, a menor ritmo que en el conjunto de España, y refleja un descenso del paro también muy por debajo del promedio, al restar 7.600 personas en busca de trabajo, un -5,3 % que se aleja muy mucho –es una tercera parte– de la reducción del 16,5 % estatal. Con esta evolución la tasa de paro gallega, del 11 % en el último trimestre (los peores datos en la autonomía se dan en Pontevedra, con el 12,7 %), un porcentaje que sí mejora, todavía el nacional, que se sitúa en el 13,33 %. ¿Qué lectura hacer en positivo? Que son datos que siguen arrojando síntomas de mejoría del mercado laboral, a pesar de estar sufriendo la sexta ola de la pandemia, la que nos trajo el virulento Ómicron. ¿Y en negativo? Lo que se aprecia es una recuperación al ralentí, pues son muchas las causas que juegan en contra, a las que se suma ahora, por si no bastase la penitencia coronavírica, la crisis en Ucrania, con tambores de guerra entre Rusia y una OTAN que está acaudillada por EE.UU. Al propio virus y sus efectos se suman la inflación disparada por el impacto de la energía, el aumento de los costes empresariales y la falta de suministros en muchas industrias. Toda una cuesta arriba que subir para volver a una EPA prepandemia aún lejos para Galicia. Todavía quedan demasiadas sombras.