¿A cada uno lo suyo?

POLÉMICA Está muy nervioso un hombre que habitualmente suele ser tranquilo en exceso. Es la consecuencia directa de un tema que se le fue de las manos y que ahora le parece complicado de solucionar. Y que de cara al futuro político amenaza con pasarle factura. Nos referimos a Migue Anxo Fernández Lores el alcalde de Pontevedra acosado, dentro de un límite, por los empleados de Ence y de las empresas auxiliares ante la amenaza que se cierne sobre sus puestos de trabajo, que ahora la ven más cerca que nunca.

Hasta la fecha sus protestas se mantenían en el cauce de cierta normalidad, sin demasiadas estridencias, quizás por que imaginaban que la cosa no iba a ir a mayores y que al final la planta continuaría en su actual ubicación.

Pero el último fallo de la Audiencia Nacional sembró incertidumbre y empujo a unos trabajadores a intensificar el nivel de sus demandas con el convencimiento de que ellos defienden lo suyo y la evidencia de que en caso de no hacerlo se van a la calle.

A Lores le preocupa la, en sus palabras, radicalización de las últimas manifestaciones y, como no, lanza sus dardos hacia el presidente de la Xunta que poca vela tiene en este entierro: ni su administración tiene competencias para ampliar o reducir concesiones ni puso rec uso alguna ante la Justicia; eso, aunque Lores trate de esquivarlo, fue cosa del alcalde, impulsado por la presión de su partido.

Por supuesto que Alberto Núñez Feijóo no está detrás de las protestas de los trabajadores de Ence. Tiene su posición pero ni es juez ni parte en este conflicto. Y ue cada uno aguante sus velas.

aNTÓN TRABANCA