A Lanzada: paraíso natural y manantial de salud
EL arenal de A Lanzada (con 2.750 km de extensión, que comparten los concellos de O Grove –una gran parte– y Sanxenxo), está rodeado de un espacio natural protegido que forma parte de la Red Natura 2000, con la isla de ONS al fondo, el monte de Siradella y la desembocadura del río Umia, hacen de este arenal un entorno único (uno de mis lugares preferidos de Galicia desde hace muchos años), que está considerado –con el de Rodas/Islas Cíes– entre las mejores playas atlánticas del mundo. El ecosistema dunar que rodea el arenal es uno de los más representativos del litoral gallego, es un valor a proteger y conservar, con la finalidad de que las especies que lo habitan no se sientan amenazadas.
La excesiva presión ocupacional en julio y agosto satura su capacidad de acogida y genera un impacto visual y ambiental que es preciso minimizar; mientras que, en primavera y otoño, suele haber muy poca gente, y es entonces cuando el arenal de A Lanzada se transforma en un auténtico paraíso natural. En marea baja, te permite caminar a un buen ritmo (el paseo es muy relajante y te ayuda a conciliar mejor el sueño, además de reducir el nivel de colesterol y glucosa en sangre, etc.), disfrutar de un baño relajante en unas aguas cristalinas y saludables y regresar a casa renovado y pletórico de energía.
Cabe destacar las propiedades terapéuticas y los beneficios que tiene el arenal de A Lanzada y su agua de mar para la salud orgánica y psíquica, gracias a los elementos naturales que contiene:
• Brisa marina: debido a su alto contenido en yodo –regula los niveles de las hormonas tiroideas en nuestro organismo– nos ayuda a tratar los problemas de tiroides. Respirar aire puro del mar te ayuda a descongestionar las vías respiratorias y a curar los catarros nasales. Cuando sopla viento del mar la frecuencia cardiaca disminuye y la capacidad del organismo para absorber oxígeno aumenta. Relaja la vista y ye ayuda a reducir los síntomas de fatiga visual. Las olas de mar generan gran cantidad de iones negativos que nos aportan energía vital, ejerciendo un efecto muy positivo en nuestro organismo ya que alivian los dolores de cabeza y la fatiga que causa el estrés y la ansiedad, reducen los síntomas de la depresión y mejoran nuestro estado de ánimo.
• Agua de mar: contiene oligoelementos como el yodo, magnesio, calcio, potasio, sodio, cloro zinc, que ayudan a que nuestro metabolismo funcione mejor. Elimina las impurezas de la superficie de la piel y ejerce una acción desinfectante. El yodo favorece la cicatrización de heridas y alivia los síntomas de la psoriasis. Los baños de mar resultan una terapia beneficiosa para las personas que padecen de artritis y artrosis; además de relajar los músculos y reducir el dolor de las articulaciones.
• Algas marinas: ejercen un efecto tonificante, exfoliante, regenerador y reafirmante de la piel.
• Arena: andar descalzo y frotar los pies con la arena blanca y fina de la playa –actúa como un exfoliante natural– ayuda a mejorar nuestros pies y fortalecer nuestros tobillos para evitar esguinces. El contacto de la arena con la planta de los pies alivia el cansancio y el dolor de pies, activa y mejora la circulación sanguínea, previene las infecciones en uñas y pies.
Estos beneficios convierten al arenal de A Lanzada en un manantial de salud y bienestar, que hay que proteger y conservar para que las generaciones venideras puedan seguir disfrutando de su belleza, de su encanto y de sus beneficios terapéuticos.
Galicia tiene unas maravillosas playas salvajes bañadas por el océano atlántico y un paisaje con distintas tonalidades verdes que enamora, la mejor gastronomía y la hospitalidad de sus gentes, ¡que más se puede pedir! Los gallegos tenemos que sentirnos muy orgullosos de nuestra tierra y además de quererla con pasión, debemos ponerla en valor y compartirla con el resto de ciudadanos del mundo que deseen apreciar lo bueno.