¿Aguantará el desgaste?

PROBLEMA La presidenta de la Diputación Provincial de Pontevedra, la socialista Carmela Silva, está ahora metida en medio de una tormenta política de amplio calado por el caso del enchufe de una cuñada por el que el Tribunal Supremo condenó a un exfuncionario del Concello de Vigo a cinco años de cárcel.

La presión del Partido Popular ya no solamente se circunscribe a ella en la institución provincial para que dimita como presidenta, ni tampoco al regidor de Vigo, Abel Caballero, para que asuma sus propias responsabilidades.

Para dar más eco a la reprobación de su comportamiento, el titular de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, elevó la voz tras la reunión semanal de su gabinete para afear al nuevo líder del PSdeG, Valentín González Formoso, que no entra con buen pie en el cargo al situar en la presidencia del partido gallego del puño y la rosa a la propia Silva. Y no dejó ahí la cosa, emplazó al inquilino de la Moncloa, Pedro Sánchez, a dar explicaciones sobre si ésta es la regeneración que predica para España.

La sentencia da munición a los conservadores, aunque en ningún momento el alto tribunal cita a Carmela Silva. Por eso, la dirigente socialista aprovecha esa rendija para escabullirse del problema y lanzar sobre la formación del charrán una batería de descalificaciones porque considera que están tratando de descalificarla desde un terreno embarrado y enlodado al que no quiere bajarse. Pero, con el fallo del Supremo merodeando ¿será capaz Silva de eludir el desgaste que supone la artillería del PP subiendo la apuesta y enfocando hacia su persona seguido? elena piñón