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Albariño versus cava

    YO soy de esos españoles que en estas fechas brinda con cava por puro compromiso. No me gusta gran cosa, ya sea catalán o extremeño. Uno de los hombres de mundo que más sabía de esto, el diplomático Carlos Abella, que fue embajador en Roma, decía que teniendo como tenemos un excelente Albariño no entendía que en Galicia se brindara con cava. Y pienso lo mismo.

    De todos modos, a Josep Reventós le debemos que hoy España sea uno de los productores de vinos espumosos más importantes del mundo, en una variedad y calidad que nada tiene que envidiar a los mejores champagnes franceses. Que aquí no le podemos llamar champán, sino cava. No solo el pueblo de Francia logró esto, sino que desde 1994, la inscripción de fabricación según el método de champán en las botellas tuvo que ser reemplazada por el método tradicional. El cava es, como se dice, el vino espumoso de calidad, elaborado según el método francés.

    Los vinos espumosos también se elaboran por el método granvs‚ es decir, en los que la fermentación no se realiza dentro de la botella, sino en tanques, y luego se filtra y se embotella. Y luego hay un vino de tercera calidad al que se le añade dióxido de carbono y se pone inmediatamente en el mercado. Cuando abren una botella, miran el corcho: lleva una estrella, un cava; si, el signo es un círculo, una v grande, y si, un triángulo, una bebida simplemente gaseada. Existe una variedad intermedia, fermentada en botella y traspasada a otra, se reconoce porque el corcho, en la parte inferior, tiene un rectángulo.

    El cava no goza de excesiva fama entre los expertos y conocedores que prefieren el vino natural. De todas formas, en España tenemos cavas excelentes, conocemos 130 marcas. Y cada año crecen nuestras exportaciones, especialmente a Estados Unidos, donde incluso una prestigiosa marca catalana ya produce vinos espumosos.

    Como decía mi amigo diplomático, “dejaos de caralladas”. En las recepciones que organizaba en la embajada de Roma, se servía albariño. “y todos mis invitados –decía– quedaban asombrados de la calidad de aquel vino”. Así que, deseándoles feliz año a todos, alzo con ustedes mi copa de albariño.

    03 ene 2023 / 01:00
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