Alcoa, en el tejado del Gobierno
LA unanimidad de las fuerzas políticas gallegas ha puesto el futuro de la planta de aluminio de Alcoa en manos del Gobierno. El acuerdo alcanzado en la Comisión de Industria del Congreso por PP, PSOE y BNG, junto a otros sin representación en Galicia, instando al Ejecutivo a la intervención pública de la empresa abre las puertas a su expropiación, actuación que ha de realizarse de manera urgente para evitar que el paso del tiempo haga inviable la operación. Hay que pensar que así será, dado que los socialistas no darían su apoyo de no contar con el visto bueno de Sánchez.
El cambio de posición del BNG, que presentó la iniciativa parlamentaria, renunciando a la nacionalización en contra de sus propuestas en campaña electoral, es síntoma también de que cuenta con información de las intenciones del Gobierno, anteponiendo el pragmatismo a sus convicciones e ideología. Aun así, Néstor Rego no las tendrá todas consigo. Ni siquiera renunciando a sus principios puede fiarse. Todavía sufre en propia carne el ninguneo de los socialista con el incumplimiento de uno de los puntos principales del acuerdo por el que apoyó la investidura de Sánchez: la aprobación de un estatuto para los grandes consumidores energéticos. Este estatuto, tras dos años de compromisos, ni está ni se le espera.
Alcoa se agarró, en buena medida, a este incumplimiento. Cuando se la acusa de mala fe en las negociaciones del ERE, que probablemente existiera, podrá rebatir que mala fe, o engaño, fue la del Gobierno con sus falsas promesas en materia de precios energéticos. La vía de los tribunales, obligada para los trabajadores, conlleva riesgos. Una hipotética sentencia desfavorable daría un balón de oxígeno a la multinacional americana para salirse con la suya: despidos más baratos e inicio del desmantelamiento de las instalaciones. El consiguiente apagado de las cubas restaría muchas posibilidades a su viabilidad futura, que en estos momentos pasa por la venta a otra multinacional, con intervención pública por medio.
Algunos se echan las manos a la cabeza por la expropiación temporal de la empresa. No se escandalicen. Bankia es menos útil para la economía española que la fábrica de San Cibrao para la gallega. Madrid es España y el resto también.