Aldea Gala

YA comenzado este mes de agosto, atípico y nada normal, donde el uso de mascarilla ya es generalizado y las fiestas populares lo son menos, comienza también una nueva etapa parlamentaria en Galicia, que nos sitúa como esa Comunidad en la esquina del noroeste peninsular que se asemeja a esa región gala francesa, cuyos habitantes resistían a los romanos.

En nuestro caso, la formación de un parlamento y, posteriormente, un gobierno, con una clara mayoría absoluta nos hace claramente diferentes y nos da unas fortalezas que debemos potenciar y aprovechar.

Los datos que vamos conociendo muestran una mejor evolución de nuestra economía, en comparación con el resto del territorio español, menos aumento del paro y mejor evolución de la contratación que la media, en parte, por una menor exposición al turismo internacional, pero, también, por una mayor fortaleza de nuestra industria (sobre todo la agroalimentaria).

Además, mientras que España tiene el dudoso mérito de ser una de las economías europeas con una mayor caída de su Producto Interior Bruto (mayor, incluso, que otras con un más elevado peso del turismo sobre su PIB, como puede ser el caso de Portugal), desde la red de equipos universitarios Hispalink se presenta una mejor previsión económica para Galicia, situándola como la región española con menor caída esperada de su producción para este año.

En cualquier caso, todas las previsiones que se están realizando están basadas en unos escenarios muy concretos, considerando un posible rebrote de la pandemia, pero sin llegar al confinamiento total de la población y con una estimación de mejora del consumo privado. En este sentido, las decisiones que se tomen desde Madrid con relación a los impuestos (en concreto una posible subida del IVA o del IRPF) podrían cambiar estos escenarios de recuperación, al afectar directamente a la capacidad de compra de los ciudadanos, al encarecerse los bienes y servicios que adquirimos y/o al ver reducida nuestra masa salarial.

Otra de las cuestiones claves que aún desconocemos es cómo va a ser el reparto de los fondos europeos que llegarán a nuestro país y que tendrá una clara influencia en la capacidad inversora de las Comunidades Autónomas.

En este marco, el próximo gobierno gallego podría tomar decisiones solo con relación al tramo del impuesto sobre la renta en que tiene capacidad normativa, pero no con relación a otros impuestos de ámbito nacional.

Pero si tiene capacidad de diseñar unas políticas públicas basadas en unos presupuestos que se aprobarán con una amplia mayoría (en los que los fondos europeos tendrán un papel importante) por lo que, a pesar de las decisiones que se tomen desde el gobierno español, nos mantendrán como esa aldea gala con una mayor fortaleza política y, por lo tanto, económica que tanta falta nos hace.