Santiago
+15° C
Actualizado
sábado, 10 febrero 2024
18:07
h
Reseña Musical

Camerismos de la “OSG” en el Teatro Colín de A Coruña

    Tres serán las actividades en esta tercera semana para la serie de conciertos que se vienen ofreciendo desde el Teatro Colón vía YouTube-20´00 h-, y que en el comentario de la jornada ocupara dos de ellas. La del cuarteto que forman los violinistas Gabiel Bussi y Yumika Yamamura, el viola Adrián Linares Reyes y Mavi Pedrero al chelo, en una sesión en Homenaje a Nuestros Mayores, y la del día siguiente en el correspondiente Homenaje a los más Pequeños, de un talante propicio a ese público siempre atento y receptivo, y en el que serán protagonistas el viola Jeffrey, el trombonista Eyvind Sommerfelt,en una página realmente entretenida, junto al cuadro de contrabajistas que forman Mario J. Alexandre Rodrigues, Fernando Rodrigues, Risto Violanne y Todd Williamson. Propuestas claramente diferenciadas para cada día. Tres obras fundamentales que escucharemos esta tarde, comenzando por el “Trío de cuerdas en Si b M. D471”, de Franz Schubert, obra del otoño año 1816, y que para Brigitte Massin posee un único movimiento y que quedó definitivamente inacabado. Estamos ante un “Allegro”, con el añadido de treinta compases de un segundo movimiento, “Andante sostenuto”, en Mi b M., para la analista, el trío había nacido de la “Obertura en Si b. M.”, para orquesta. La temática musical inicial del Allegro” de este trío, está muy próxima a la del “Allegro” de la “Obertura”. Este “Allegro”, regularmente construido como un movimiento en forma sonata, está escrito en un movimiento muy vivo. Ahora, como en la última sonata para piano y violín del mismo año se aprecia, en ciertas intervenciones del violín, un deseo de alcanzar una expresión viril y dramática, y no solamente lírica, lo que confirma finalmente el desarrollo del presente movimiento.

    L.v Beethoven con el “Trío en Sol M. Op. 9 nº 1”, que junto a los otros dos, pone el broche a la investigación en este campo. Se confirma que las tres obras fueron entregadas a mediados de marzo de 1798, según el convenio establecido. Tres trabajos de notable importancia, siempre acompañados por elocuentes críticas, resultando a la postre sus rendimientos más respetables del primer Beethoven. Se les valora a la altura de los “Cuartetos Op. 18”, en cuanto al valor estético y por su contenido expresivo, destacando los tres por la importancia de su inspiración e igualmente por las diferencias de sus aspectos individuales. En el aspecto formal, los tres tríos conservan el corte de los divertimentos ligeros, muy próximo a Mozart. Detalle a tener en cuenta, por lo que a la estructura se refiere, presentan cuatro movimientos propiamente tales (mientras que las serenatas solían tener seis o más episodios). Los tríos fueron dedicados al conde von Browne, uno de los incondicionales mecenas que velaron por su vida artística.

    Dvorak y el “Cuarteto nº 12, en Fa M. Op. 96 (Americano)”, con seguridad una de las obras camerísticas de mayor relieve. El autor cobró un interés por esta obra ya desde su elaboración, hasta el extremo que lo completó en el espacio de 16 dias, en junio del año 1893, durante una estancia en Spilville, una pequeña ciudad de Iowa. El apelativo de la obra, viene a consecuencia de los elementos americanos que pudo descubrir, y que también observaremos en otras obras suyas: el uso de la gama pentatónica en las escalas menores del intervalo de séptima en lugar de la sensible, de ritmos con puntillo o sincopados en lo cual la tradición checa coincide con las de los negros. La obra conoció el estreno a comienzos de 1894, en Boston, por el “Cuarteto Kneisel” y el “Lento”, pasa por ser una de sus perlas por las variantes que forman una especie de ”blues” checo, una “berceuse” de inevitable balanceo.

    Para mañana, el “Homenaje a los más Pequeños” a cargo de los contrabajistas junto al trombón y el viola. Una velada plagada de alicientes en cuanto a las piezas y autores en cartel. Johann Sebastian Bach desde el mundo del teclado, en transcripción para dos contrabajos, obras que hasta tiempos relativamente reciente recibían lecturas desde el piano, recibirá una lectura más en su contexto clavecinístico genuino, debido en gran medida al magisterio de la insigne Wanda Landowska, allá por los años treinta, pero no dejar de ser una posible valoración porque la literatura sobre su obra y tratamientos, no ha dejado de producir un inagotable aluvión de estudios críticos y analíticos, además de las opciones de sus opciones. Valga la de esta ocasión como una de las fiables. Bela Bartok, en duetos para dos violines, pero en transcripciones para contrabajos. Un permanente aleteo, amparándose en el pensamiento del húngaro: “La transcripción de los registros de la música popular debe de ser de la mayor fidelidad posible. Sin embargo, si se tiene en cuenta que generalmente dada la escasez de signos de que dispone nuestro habitual sistema simbólico, y como sucede también con la lengua hablada, resulta prácticamente imposible una notación literal de la música.”

    Leonard Bernstein con la broma del día “Elegy for Mippy II”, para solo de trombón, un encargo de la Juilliard School para miembros la “O.F. de Nueva York”, de lo que serán dos caprichos con dedicatoria doméstica para dos entrañables mascotas. Una primera en una atención para la actriz Judy Holiday, además de la “Fanfarria for Birma” para el cocker spanier del gran Serge Kussevintsky. Obras pues de uso muy particular y que en pocas ocasiones suele interpretarse, pero la influencia del jazz que resulta ineludible, es un excelente punto de apoyo. D. Gabrielli con un “Canon para dos chelos, en transcripción para contrabajos, el llamado “Minghino dal violonchello”, nacido en Bolonia, tuvo una agotadora carrera profesional por las distintas cortes de la época. Reihold M.Glière (1875-1956), entrega la “Suite para viola”, también en tratamiento para contrabajos. Glière había sido alumno de Taneiev, Arenski e Ippolitov- Ivanov. Algo similar para contrabajos desde el Rossini del “Dueto per violoncello e contrabasso”, en una dedicatoria a Philipp Joseph Salomon, del verano de 1824.

    16 jun 2020 / 23:00
    • Ver comentarios
    Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
    Tema marcado como favorito