Católicos y política
¿SON los católicos de derechas? Mucha gente probablemente contestara afirmativamente. Si se escucha y mira a los tertulianos y moderadores de Trece Tv y de la Cope, emisoras de la conferencia episcopal, se puede deducir que efectivamente los católicos son de derechas o de extrema derecha porque así se deduce de lo que expresan en dichos medios de comunicación.
Si se atiende a algunas manifestaciones de una parte de la izquierda en contra de todo lo que tenga que ver con lo católico, expresando un fundamentalismo laicista y rechazando cualquier forma de expresión no materialista, se podrá deducir que los católicos desde luego no les votarán.
Sin embargo, las encuestas realizadas entre los católicos practicantes, que son entre un 15% y un 20% de la población española, desvelan que la distribución del voto es parecida al del resto de españoles y solo son ligeramente más favorables al lado conservador. Por ejemplo, según las encuestas casi un 25% votan al partido socialista, solo algo menos que el resto de españoles.
En principio, el evangelio implica preocuparse por el bien común para que todas las personas consigan una vida digna, libres de toda clase de esclavitudes. Por esto deben poner especial atención a los más necesitados. Por ello deberán ayudar a construir una sociedad más justa donde tenga cabida el espíritu y la trascendencia.
Para realizar esto cada católico debe ver libremente cuál es la opción política que estime más conveniente de acuerdo con su situación, cultura y pensamiento. Por esto, no es extraño que los católicos practicantes voten de manera parecida al resto de los españoles
En los últimos tiempos es relevante, aunque no nuevo, las críticas y a veces ataques al papa por parte de sectores de la derecha y de la extrema derecha. Ataques, que se dan en muchas partes del mundo, siendo significativas en Estados Unidos, Italia, Francia y otros países de Europa, incluyendo España. Parece como si estas críticas estuviesen coordinadas y obedeciesen a intereses concretos.
En España han sido significativas las críticas de políticos como Isabel Díaz Ayuso, Aznar y Abascal, así como directores de medios de comunicación muy conservadores y algún personaje popular, todas llenas de superficialidad y en algún caso rayando en el insulto. Las críticas también aparecen en el seno de la misma Iglesia donde hay sectores, incluyendo obispos y cardenales, que estarían más contentos con un papa que solo se ocupase de asuntos estrictamente eclesiales.
Sin embargo, el papa es un líder mundial respetado y apreciado en amplias capas de la sociedad, incluso fuera del ámbito católico. Hace poco tiempo Angela Merkel, protestante, líder del centro derecha, acudió a despedirse del papa con quién tenía relaciones de común sintonía y aprecio mutuo. También muchos católicos ven al pontífice como el iniciador de un proceso de revitalización, profundización y purificación del cristianismo, despojándole de ligaduras no deseables. De esta manera, hace más visible el mensaje liberador y lleno de sentido que representa el evangelio.