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RESEÑA MUSICAL

“Chacona”: ¡Bona vye!, libro cd, por “Resonet”

    Parejo a la exposición dedicada a la chacona en el Museo das Peregrinacións, llega el cd “Chacona. A canción de Santiago”, un registro sonoro con un documentado estudio, que se incluye en la exposición que tendremos hasta finales de octubre. Una exposición anunciada como “Vámonos, vida, a Chacona! Un pequeño recorrido por la exposición, encabezado por una cita filológica de Emilio Cotarelo y Mori: “Chacona (Baile). Acerca de este baile no se han cansado de escribir desatinos los autores extranjeros, y lo que es peor, algunos nacionales. Hay quien dice que: La chacona es de origen italiano, inventada según parece, por un ciego, y de ahí el nombre de “ciacona”. Otro lo hace proceder del vascongado “chacuna”, lindo, Y eso que ya nuestro “Diccionario de Autoridades, aunque hablando de las chaconas degeneradas de su tiempo, había esclarecido su naturaleza. Esa chacona que encontrará razones en la América de la tierra de Jauja, Potosí, El Dorado o Tendre, tratada por nuestro maestros del Siglo de Oro, desde Cervantes a Lope de Vega. La misma chacona con los posibles enraizamientos italianos, la que se da de bruces con el demonio, y las censuras de los siglos XVI y XVII, por su tendencia a mover los afectos; los espacios en los que buscó arraigo, siempre bien asistida por la guitarra como instrumento preferente.

    William Wey, y el sueño del rey Enrique VI de Inglaterra, que se cruzará en la labor de investigación de “Resonet” tras ser bien acogidos en el Eton College, aquel rey que pudo haber tenido conocimiento de los reyes de Galicia y del arzobispo Gelmírez. Entre las músicas escuchas por William Wey, destaca la pieza “Sante Jaco a Compostela”, una auténtica chacona con sus elementos rítmicos, melódicos e incluso armónico implícitos, a los que se unía la expresión “Bona vye”. De ello derivará “Jaco-na”, “xaco-na” o “chaco-na”. Canto con posible origen en el “Codex Calixtinus”. La revelación de su relación con el ámbito jacobeo, es sin duda el descubrimiento patrimonial relacionado con Santiago y el Camino. El canto que recopiló Wey, no fue la única gran forma musical proyectada desde Santiago, ya que otra como la “folía” o el “pasacalle”, también se relacionan con Santiago.

    El presente trabajo de “Resonet”, es un muestrario de piezas necesariamente ilustrativas, comenzando por “Vox nostra resonet”, de la que parten todas las chaconas. En ella, aparece un canto estrófico ternario y que tiene elementos compartidos con la chacona (acento en la segunda parte) y textuales que muestran la participación de percusiones en la interpretación de los cantos del Codex Calixtinus”. Aspecto interesante, es la existencia de un discanto (voz adicional), muy virtuosa sobre la voz principal que forma parte del apéndice original del “Calixtinus”, en donde están las primeras polifonías de alto nivel artístico. “Sante Jaco a Compostela”, de la época de la copia de Wey, es una gran chacona que en la recreación, tiene un carácter didáctico. Una propuesta que podría haber sido interpretada por los “seises” (niños cantores) y que observa un tratamiento polifónico sencillo.

    “Pour avoir mon Dieu propice”, es pieza del libro “Les Rosignols Spirituels”, editado en Valennciens en 1616 y del que el Museo das Peregrinacións, conserva uno de los pocos ejemplares de la precedente. Canto de peregrinos y una chacona derivada de “Sainte Jaco”, que continuaría su camino vinculado con la peregrinación gracias a otra versión de 1729, del libro de órgano de Pierre D´Andrieu. La Chacona de “La ilustre fregona”, de Miguel de Cervantes, es pieza que el escritor dará acomodo, por danza omnipresente con todos sus matices, provocando con ello la respuesta colectiva e individual en todos los partícipes, incluyendo los estamentos religiosos. Para la opción, se recurre a la famosa chacona de Juan Arañés , publicada en Roma en 1624.

    Un canto de taberna sobre la chacona “Die Fröhlichkeit”. Exaltación de la alegría al calor hogareño, entre amistades compartidas, en el lugar de encuentro de la taberna, en el que la chacona brilla por excelencia gracias a lo sucesivos acordes propios V-IV-V, presentes de forma evidente en obras para esos lugares. “Chaconne de L´Amour médecin”, la poética de Molière tratada por Jean Baptiste Lully; música, danza y teatro, las artes de Aquella corte, plenas de personajes alegóricos y ostentosos fastos, a tenor de la sensibilidad de Molière y el franco-italiano Lully. La chacona “Me piden, vaya! Quito”, sobre tema navideño y una versión nacida allende los mares, de comienzos del XVII, con abundantes versiones, tanto teatrales como religiosas. Un villancico que sigue los modelos de clara influencia procedente de la Metrópoli.

    Francesco Corbetta, en una chacona para guitarra, el instrumento idóneo para esa forma, cultivada por la nobleza, el pueblo llano y las clases emergentes. Abundaron pues los compositores en el trato de la guitarra barroca, publicando libros que será de consulta cotidiana. “Oh! que bien baila Gil”, con texto de diversas variantes y que en este caso se recurre a Luís de Góngora. La admiración por la recepción de un bailarín experto en la chacona, para una espectacular danza emotiva, tema que atrajo también a Cervantes y a los escritores del Siglo de Oro. Haendel. Autor de chaconas”, en el sajón, abundarán ese estilo de piezas en ejemplos como su ópera “Almira”, por citar una de ellas. Piezas de sonatas, suites, arias y cantatas, darán fe de esa realidad, construidas sobre la forma de chacona y que abundarán en las composiciones para tecla.

    “She loves”, nos lleva a Henry Purcell, maestro inglés de la chacona y que en esta pieza muestra el acompañamiento construido sobre la repetición de una línea del bajo, que él denominará como “ground” (bajo ostinato), que también es una chacona, sobre texto de Abraham Cowley, perteneciente a la colección “The English Orpheus”, destinada a reuniones sociales. Juan Hidalgo, con “Trompicábalas amor”, músico por excelencia del Siglo de Oro, que se diferenciará de las escuelas tanto francesas como italianas. La repetición de la línea del bajo y de la armonía, para realizar obras en forma de danza, como la chacona o las folías, será patrón de los músicos ibéricos. Estamos ante un “tono humano”, impregnado de aires teatrales, en una nueva chacona.

    Cavalli “Che pensi?” , chacona válida como elemento compositivo, frecuente en las óperas barrocas- las venecianas en especial-,e medio de otras formas como los “canarios”, las “gallardas” o la “bergamasca” y la “Corrente”, que se comparten con las óperas de Lully, Marc A. Charpentier, Haendel, C.Monteverdi, apreciado por títulos como “Il ritorno d¨Ulisse in Patria” o “L´Incoronazione di Poppea. “Giaccona” de G.G. Kapsberger, también autor veneciano, con notable influencia en Roma, que repetirá en nuestro país.

    “Motetes” de Diego de Muelas, músico que asumirá las influencia de la chacona, del que se toman tres pequeños motetes- músico que fue m.c. de la Catedral compostelana, entre 1719/23-, en estas piezas que eligen la integración de elementos rítmicos y armónicos de esta forma, destacando los aspectos expresivos y sorprendentes. “Hala, Vaquedano”, de las “Jácaras al Nacimiento a 8”, un villancico en el que descubrimos la chacona, en su base de composición. Obra conservada en el archivo de la Catedral de Burgos y muestra también de la forma del villancico. Policoralidad y polirritmia resultan sorprendentes en los detalles principales.

    “Laudate Dominus”, la chacona de los templos, pieza de Claudio Monteverdi y que el músico usará en distintos madrigales- uno de sus géneros reseñables-, además de las óperas canciones y obras litúrgicas, en las que no están ausentes las chaconas. Estamos en concreto en el “Salmo 150”, invitación al canto y a la danza. Andrea Falconiero, con “L´ Eroica”, un napolitano formado en el entorno de los cuatro grandes conservatorios de la ciudad, centro que irradiará al resto de Europa, en este caso con una chacona modélica, compuestas para ser interpretadas por solistas e instrumentos. El carácter heroico, acompaño a heroínas y héroes, no solo en óperas, sino también en oratorios del ámbito artístico en general. “Ciaccona di Paradiso e d´Inferno”, sigue la temática del Juicio Final, compartida con el Pórtico de la Gloria, de la Catedral, e interpretada según sugiere el texto, con referencias a la música barroca. Queda en evidencia la pretensión de ”Mover los afectos”.

    “Chacona. A canción de Santiago”, en este ambicioso proyecto, está defendido artísticamente por las voces de la soprano Mercedes Hernández, el contratenor David Sagastume, el tenor Félix Rienth y el barítono Amdrew Robinson, quienes se repartirán las piezas según la demanda de cada una de ellas. El grupo instrumental, cuenta con Pablo González- flautas y gaita-; Sergio Heredia- violín-; Jordi Argelaga- flauta, oboe barroco y chirimía-; Karen Ferrari- viola de gamba- Arquímedes Artal -violón-; Juan Antonio Martínez- guitarra barroca y archilaúd-; Carlos Castro- percusión y salterio-, y Fernando Reyes, en calidad de director e intérprete de tiorba y guitarra barroca. Se añaden también, la ”Escolanía de la Catedral de Santiago”, que dirige José Luís Vázquez, para cuatro de las composiciones y las voces de la soprano Rosana Domínguez, el tenor Christian Losada y el director del coro como barítono.

    03 oct 2022 / 01:00
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