¿Colaborar y rivalizar?

pericia Para gobernar necesitan colaborar, pero para afianzar sus proyectos electorales necesitan competir día a día. Y esa rivalidad se amplifica cada vez que se aproxima una cita de los ciudadanos con las urnas. Los nacionalistas gallegos dejaron muy claro este viernes por boca de su portavoz nacional, Ana Pontón, que los comicios municipales que se celebrarán dentro de dos años deberán asentar los cimientos del Bloque con un salto adelante en los ayuntamientos y las diputaciones para intentar un año después el asalto a la presidencia de la Xunta. El objetivo es desplazar a los socialistas de su clara primacía local en estos momentos, para utilizarlos como plataforma y catapulta de Ana Pontón como cartel a la presidencia de la Xunta. Pero, en ese ámbito de los gobiernos municipales y provinciales, BNG y PSdeG comparten ejecutivos que funcionan de manera engrasada; por lo que la batalla para diferenciarse tienen que jugarla en otros ámbitos. Así, el sitio propicio para rivalizar es el Gobierno central en manos del PSOE, como sucede hoy con la AP-9, donde los socialistas gallegos están parcialmente maniatados y la formación frentista golpea a discreción para reforzar su papel de identificación con Galicia. Las intenciones nacionalistas son transparentes, pero el PSdeG con su congreso gallego a seis meses vista prevé activar el acelerador para intentar destronar en las elecciones gallegas a Pontón y presentar un candidato o candidata a la Xunta que esté en condiciones de amedrentar al PP y, en todo caso, de recuperar de nuevo el liderazgo de la oposición. Y ahí radica la pericia de las dos fuerzas de la oposición, condenadas a colaborar y rivalizar. a. vidal